Finalmente se concretó lo que ya sabíamos, Morena, el Partido del Trabajo y el Verde Ecologista, tendrán la mayoría calificada en la Cámara Baja del Congreso de la Unión, esto luego de la resolución de los consejeros del INE quienes les otorgaron 364 curules, tras de un intenso debate y una “intentona” de que la distribución les quitara esa posibilidad, pues bajo argumentos en cuanto a la interpretación de los porcentajes se buscó evitar la sobrerrepresentación, que terminó siendo improcedente para ocho de los 11 consejeros de este órgano electoral.
Se consuma el poder que tendrá el partido del Presidente durante los próximos tres años en la Cámara de Diputados, por lo que a partir del mes de septiembre estaremos viendo cómo se van concretando todas las amenazas del “inquilino” de Palacio Nacional contra el Poder Judicial de la Federación, y también contra organismos autónomos, pues este asunto ya hasta se aprobó en comisiones en San Lázaro, por lo que el “paquete” de “caprichos” presidenciales están garantizados para su aprobación con esta mayoría que les otorgó el INE. Esto claro, sin tomar en cuenta las diversas posturas en contra de estas prácticas “revanchistas” que surgen desde el Gobierno Federal.
Sin modificaciones.
Las lamentables prácticas políticas en nuestro país no son nuevas, y esto queda de manifiesto desde que el PRI fue el partido hegemónico, pues lo que el Presidente en turno mandara se aprobaba sin hacerle ninguna modificación; y esto se está replicando, a pesar del argumento de que en Morena son distintos incluso, pues la propuesta de reformas al Poder Judicial, por ejemplo, no tomó en cuenta ninguna sugerencia ni de los trabajadores, ni mucho menos de los abogados; lo mismo ocurre con la desaparición de los órganos autónomos, es decir, solo se recibe la instrucción desde Palacio Nacional, y prácticamente con una venda sobre los ojos, se avala. Desde luego desde siempre ha sido una muy mala práctica.
Senado.
Viene una parte importante en el proceso legislativo que se habrá de seguir, pues el Senado de la República se convierte en este momento en el “fiel” de la balanza, ya que ahí se quedaron a tres posiciones, Morena y aliados, de tener también la mayoría calificada, y de mantener una postura en contra por parte de la oposición en esta cámara, creo que se podrá contener en algo este tipo de “caprichos presidenciales”, por lo menos a eso le apuestan muchos grupos que se han manifestado en contra. Pero aquí me parece que sí hay que estar al pendiente en cómo actúan partidos como el Revolucionario Institucional, pues su dirigente, Alejandro Moreno, de pronto es muy “complaciente” en algunas peticiones de López Obrador, como la militarización del país, por poner un ejemplo.
Autónomos.
Mientras en el INE se discutía la distribución de las posiciones de representación proporcional en la Cámara Baja del Congreso de la Unión, en San Lázaro se aprobaba la eliminación de la Comisión Federal de Competencia Económica, del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información, del Consejo de Evaluación, de la Comisión Reguladora de Energía, Comisión de Hidrocarburos y del Sistema de Mejora Continua en la Educación. Desestimando las luchas que por años miles de mexicanos han realizado por generar certeza con organismos autónomos, que no estuvieran bajo el mando del Gobierno Federal, y que hoy, tan solo porque resultan incómodos a las decisiones hoy están a un paso de desaparecer, precisamente por esa mayoría calificada que tienen.
Presidenta.
Ojalá que Claudia Sheinbaum pueda imponer una nueva forma de gobierno sentada en el respaldo a las instituciones que buscan un equilibrio en el país, claro con cambios en prácticamente todos ellos para mejorar su funcionamiento, pues son perfectibles, pero sin desaparecerlos. Pues si el argumento central de los ataques se centra en lo que ganan consejeros, jueces o ministros, solo hay que hacer los ajustes necesarios, pero llegar al grado de eliminarlos creo que es una medida extrema.
