Si hay dos cosas que sabe perfectamente el gobernador Esteban Villegas es dónde estaba estancado Durango cuando inició su administración, y a dónde lo quiere llevar, mediante el trabajo, la gestión y la política que lo hará posible, tanto en cuestiones de inversión y empleo, como en la infraestructura que necesita para ello.
Ayer, en “La Mañanera del Pueblo”, el gobernador de Durango, junto a otros mandatarios, firmó la adhesión del estado al proyecto de Polos de Desarrollo para el Bienestar, que encabeza el gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum, para impulsar la inversión, las obras y el empleo.
¿Pero qué significa esto para la entidad? La garantía de que la Federación invertirá en infraestructura y servicios para la atracción de empresas de todo tipo, lo que generará empleos bien pagados y la detonación económica local, es decir, dinero circulando en la compra-venta de productos y servicios, así como el paso del comercio desde y hacia Estados Unidos y Canadá, que eso, en su conjunto, es justamente lo que Durango ha estado esperando por décadas.
Esteban ha logrado lo que su antecesor no, desde la atracción de empresas internacionales por su cuenta, al grado que también lo enlazaron en “la mañanera” para anunciar estas inversiones junto a la Presidenta; hasta la consolidación de obras que suman un impacto importante en el abastecimiento de agua: la planta tratadora y la presa “El Tunal II”, que muchos dicen que son obras federales, y sí, pero financiadas gracias a un buen proyecto técnico que justifica la aplicación de esos recursos, cosa que no pudieron hacer antes, por eso el proyecto llevaba años sin poder concretarse, porque lo rechazaban, así que esos logros también son un punto a favor de Villegas y su equipo, que nos llevan por el camino del progreso.
Por otro lado, quienes también sumaron un punto contra el progresismo son los diputados locales de Chihuahua, del Estado de México y por supuesto, de Durango, y voy a explicar porqué, ya que en varias ocasiones he señalado los estragos de la ideología de género aplicada desde el resentimiento y el revanchismo, donde hay varios puntos, pero el que hoy resalta es la violencia vicaría, podrida desde su concepción, porque propone como única víctima a la mujer, cómo único victimario al hombre y deja totalmente desamparados a los niños, en aras de una “compensación histórica”.
En Chihuahua llevan toda la legislatura luchando para detener y contrarrestar la Ley de Violencia Vicaria, deteniéndola en diferentes ocasiones en comisiones y en el Pleno, acciones encabezadas por el diputado Carlos Olson, a quien, en su afán de quitarlo de enmedio, la diputada feminista Irlanda Márquez denunció haber sido agredida, y al ser desmentida por otras legisladoras, pidió al Pleno limitar la interacción con el diputado en mención porque, en sus palabras, “es intimidante por su tamaño y el tono de voz que usa”, pero ni hacen han echo pasar sus iniciativas woke.
En el Estado de México, todas las fuerzas políticas acordaron, en comisiones, reclasificar la ley vicaria para catalogarla como una modalidad de violencia familiar, al ejercerla a través de los para causar daño físico, psicológico, patrimonial o de cualquier otra índole a su cónyuge o persona con quien tuviera una relación afectiva o sentimental, es decir, hombre o mujer, además de que buscan proteger el interés superior de la niñez, lo que es un paso en el sentido correcto.
Por otro lado, en Durango, el primer paso en la equidad entre madres y padres, y la protección del interés superior de los hijos, lo dió la Diputada Gaby Vázquez Chacón, al pugnar por el valor, la capacidad y el amor de los padres para poder ejercer la custodia en caso de divorcio, buscando que los menores queden bajo el resguardo de aquel, padre o madre, que garantice un mejor desarrollo y cuidado para ellos, con lo cual no sólo se ve y se actúa a favor de los más vulnerables, sino que se buscan leyes que permitan el progreso en lugar del progresismo, el cual ya ha hecho bastante daño y hasta ha cobrado vidas de inocentes en países cómo España, Chile y Argentina, como ya lo detallé en una columna anterior.
FB: Una Segunda Opinión de Todo