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Ahora si… ¡qué les costaba!

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Si algún partido político en Durango, ha conocido “casi el paraíso” es el PRI. Como dice la canción: ¡cien años no los aguanta cualquiera! Si se considera al llamado gobierno de la alternancia, seis años que no gobernó el tricolor, no se puede considerar del todo así. Lo que realmente sucedió y es tema público, José Rosas Aispuro se dio cuenta que por el PRI nunca sería gobernador. Supo esperar, utilizó el logotipo del PAN y aprovechó el hartazgo social de los duranguenses, quienes fueron el trampolín para llegar al Bicentenario. Gobernó con un equipo de priistas, pocos de acción nacional y en el pecado llevó la penitencia: no pudo nombrar a su sucesor. 

El destino llevó por muchos caminos al político de Tamazula. Por una parte, y por paradójico que parezca, el logo del partido que lo llevó al poder, le cobró la factura. El PAN a nivel nacional, no ha podido asimilar la derrota de 2018. Por esto al ex gobernador de la fracasada alternancia, tuvo un enfrentamiento con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Pero también, hubo gobernadores del PRI y del PRD, que cayeron en las redes del político de Tabasco. Cuando José Rosas Aispuro Torres quiso rectificar su error político, ya era demasiado tarde. Y como dice el dicho, en política el que se lleva se aguanta. Hoy al parecer, con Esteban Villegas Villareal, las cosas podrían ser distintas. Atrás quedaron aquellas declaraciones de la oposición: “mejor que no venga a Durango AMLO, en lugar de traer se lleva”. Como testigos están las memorias de los medios impresos, electrónicos y redes sociales. 

Para gobernar y tener gobernabilidad, se requiere inteligencia, astucia, astucia… y más astucia. Si analizamos un poco la situación que se vive actualmente, Esteban Villegas Villareal ha sacado ventaja de la crisis financiera actual. Ha entendido muy bien, que las reglas del juego en política no han cambiado. También se ha dado cuenta, que los tiempos en que los gobernadores eran virreyes, ya quedaron atrás. Lo que hace el gobernador lo entendemos, él sabe que en política existen jerarquías. Dice el dicho: más vale suerte que dinero. Hoy la percepción de los duranguenses es que, por fin, en la persona del secretario de gobernación, Don augusto López Hernández, el gobernador encontró la llave para abrir las puertas de palacio nacional.

Si así fuera, con la ayuda del gobierno federal los efectos de la crisis podrían ser menores. Al menos en los discursos, abrazos y fotos, todo hace suponer que la estrategia del gobernador ya dio los primeros resultados, al tener asegurada la nomina hasta diciembre. La moraleja sería: si te peleas con el que manda, al final, los ciudadanos serán los que paguen los platos rotos. No podemos olvidar, que la inteligencia no se lleva con la soberbia, ni la humildad con el poder, porque entre más humilde se es, mejor se gobierna. Ya es tiempo de que nuestros representantes dejen de vernos como a los conejos: chiquitos y orejones. Se suben al cielo y a las nubes olvidándose que nuestro voto los llevó al poder.

No hay que olvidar lo siguiente: “nadie vende un caballo por bueno, ni se hacen pobres haciéndote rico”. Don Augusto no vino de turista a Durango, su cercanía y hombre de todas las confianzas del presidente de la República, lo hace presidenciable. Da la impresión de que AMLO juega con dos corcholatas, Marcelo y Claudia. Tal vez por esa razón, la tercera corcholata que es el secretario de gobernación, podría ser el tercero en discordia. Don Augusto después de todo, sabe que los gobernadores ya no son virreyes, pero pueden ser el fiel de la balanza.

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