Sin duda, por la fallida alternancia, la sociedad duranguense está viviendo tiempos inéditos. Por el COVID-19, vivimos el famoso semáforo y sus colores. En los momentos más críticos por la crisis de salud, estuvimos mucho tiempo en semáforo rojo. Parecía, que no veríamos el final del túnel. Fue gracias a la tinada política de salud y a las vacunas del gobierno federal, que nos regresaron la esperanza y la vida. Hoy, después de haber superado la pesadilla del COVID, el color verde del semáforo regresó a Durango y al país, esperando que así sea en el futuro.
Pero también, en el tema de la economía y las finanzas, aquí en Durango pasamos del color rojo al verde, por eso sorprende, el anuncio hecho por el gobierno del Estado al respecto. Con bombos y platillos, nos dicen que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, nos regresó al semáforo verde. Pero a la sociedad, no le queda muy claro el verdadero significado de esta noticia, como por arte de magia, nos comentan que el color rojo fue solo una pesadilla y parte de la historia de la alternancia. Por un lado, no se nos ha dicho, si el déficit financiero y el robo de los recursos públicos por ya sabemos quién, también van en el paquete de color verde.
¿Ahora sí, ya se terminó el problema económico y financiero que estamos viviendo? Nos gustaría mucho, que el diputado local Enrique Benítez Ojeda, desde la tribuna del congreso nos dé su opinión. Hemos escuchado en varias ocasiones, en palabras del diputado afirmar que, en realidad, el déficit del gobierno del Estado asciende a 30 mil millones de pesos. De ser cierto estos datos, entonces, ¿Cómo está eso del semáforo en color verde? Nosotros los simples mortales no hemos ganado premios nobel de economía, pero eso no quiere decir que nos chupemos el dedo.
Hasta la fecha y hasta donde sabemos, no se ha recuperado un solo peso de lo que se robaron de nuestros impuestos, los amigos de Alibaba. Para ser sinceros, ni siquiera nos hemos enterado si se han girado órdenes de aprensión, en contra de los que se hicieron millonarios en la cueva del Bicentenario. Al menos, de acuerdo al consejo ciudadano del sistema anticorrupción, no se les ha tocado ni con el pétalo de una rosa a los responsables de supuestos delitos de peculado y enriquecimiento ilícito, entre otros. Pero como siempre pasa, ya es una costumbre y una cultura, darles lo que se llama: el beneficio de la duda.
El asunto de la crisis que vive en nuestro Estado, no es tema de los colores del arcoíris. ¿Supongamos, sin conceder que estamos en color verde, muerto el perro se acabó la rabia? Como dijo Santa Teresita de Jesús: hechos son amores.
