Hace unos días, la final del futbol mexicano entre las “chivas” y los “tigres” la victoria fue para el equipo de UANL con un gol de diferencia. Pero no escuchamos decir a nadie, del equipo del Guadalajara: perdimos, pero ¡no fue goliza! Valga esta analogía deportiva, para comentar lo que aquí en Durango han externado algunos distinguidos priistas, en relación a los resultados electorales en el Estado de México. Ya se les olvidó: en la democracia con un solo voto se gana.
Si bien es cierto, que MORENA ganó con 8% de los votos, sobre la alianza encabezada por el PRI y no los dos dígitos como muchos esperaban, “Haiga como haiga sido” los aleja mucho de ganar en 2024. Los priistas locales, no pueden seguir pensando que ganarán la presidencia de la República, replicando “el modelo Durango”. Si bien es cierto, el modelo funcionó en Coahuila, no es lo mismo la magnesia que la gimnasia. Los tricolores a nivel local y nacional, están obligados en los días siguientes a una autocrítica derivada de los resultados en el Estado de México. Un análisis de los números de dicho proceso, y no seguir declarando; “perdimos, pero no fue una paliza”. Eso en nada les beneficia.
Solo unos datos: MORENA ganó 38 de los 45 distritos electorales, y algo más, triunfaron en Atlacomulco sede del grupo más poderoso del Estado. Y ya encarrerado el gato, Delfina le ganó a Alejandra del Moral en su cuna, Cuautitlán Izcalli. También, habrá que echarle un vistazo al mapa de México, hoy por hoy, vestido casi todo de los colores de MORENA. La autocrítica que hagan los priistas, debería incluir la siguiente pregunta: ¿Por qué hoy solo gobernamos dos Estados de la República? Los números arrojan en Coahuila 3 millones de habitantes y en Durango aproximadamente 1 millón 600 mil habitantes. Tan solo en el Estado de México donde triunfó MORENA, habitan 17 millones.
Los pronósticos y diagnósticos que se hacen, adelantan una victoria de MORENA en 2024, lo que significa al menos, otro sexenio en Palacio Nacional. Lo más sencillo para justificar las derrotas, sería seguir diciendo: los gobernadores del PRI entregaron la plaza, los han hecho embajadores o cónsules. Hoy acusan de traidor, mentiroso y falso al gobernador Alfredo del Maso. El PRI, PAN y PRD, aún no han entendido y no aceptan, que le ha funcionado a López Obrador intentar cambiar este país. Que, en vísperas de dejar la presidencia de México, borró los colores del PRI y eso se debe en mucho, a los errores y excesos de poder de muchos años del PRI.
La tarea que les espera no será fácil, tendrán que recorrer un largo camino como oposición, tienen partido, pero les faltan líderes que los regresen pronto a la presidencia de México. El PRI tiene que pasar por un proceso, el PRI se hizo viejo, si comprenden eso, puede surgir el nuevo PRI que hoy solo es discurso retórico.
