Este fin de semana rindió protesta la nueva dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Daniela Soto Hernández, y fue el presidente nacional de este instituto político, Alejandro Moreno quien le tomó la protesta como la nueva responsable del tricolor, teniendo como testigo al gobernador del estado, Esteban Villegas Villarreal. Más allá de los personajes que se hicieron presentes en el centro de convenciones del recinto ferial, creo que queda de manifiesto que la nueva presidenta no llega sola, creo que tiene un importante respaldo de los resultados que este partido ha obtenido junto al Partido Acción Nacional (PAN), sobre todo en la capital.
Y es que no es cosa menor el hecho de asumir las “riendas” de un partido como el PRI en una de las dos entidades que gobierna a nivel nacional, porque para buscar refrendar el triunfo como coalición en elecciones pasadas, es necesario que se tenga también el respaldo del jefe político, así como de las acciones de gobierno tanto en el estado como en los municipios donde tricolores y blanquiazules gobiernan, de ahí que Daniela Soto sí tenga ese sustento; evidentemente el trabajo será arduo sobre todo en la distribución de los espacios en juego, pero creo que siempre estará acompañada de un trabajo en conjunto, pues estaríamos hablando de otro escenario si el Revolucionario Institucional fuera oposición en Durango.
Reparto.
Daniela Soto no está sola porque en el reparto de las candidaturas a las presidencias municipales, sindicaturas y regidurías, me parece que los militantes que andarán en territorio deberán ser la voz de este partido al cual hoy encabeza, esto pensando en que en la negociación para la definición de estos cargos haya unidad, pues el reto es grande, no solo refrendar los municipios que hoy gobiernan, sino buscar aumentarlos, frente a una coalición de Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde que ya tienen una marca muy bien posicionada, y que de acuerdo a los números de las últimas elecciones, el partido de López Obrador sigue siendo el más votado en lo individual. Por ello dependerá mucho de cómo se repartan estas candidaturas, pensando en quién tiene posibilidades reales de ganar.
Otros tiempos.
En el PRI deben entender que ya son otros tiempos y otras formas de hacer política, pues cuando fue partido hegemónico la disciplina era el primer requisito de quienes querían un cargo de elección popular, hoy cuando alguien no recibe estas oportunidades “corre” a los “brazos” del morenismo creyendo que les van a abrir las puertas a su llegada y no es así, salvo que la disciplina que en el tricolor no muestran, en Morena sí la quieran ejercer. Además la militancia del Revolucionario Institucional, sobre todo los sectores adheridos a este partido, también deben hacerse a la idea que las posiciones que en otros años les otorgaban “de facto” hoy ya no puede ser, pues si en verdad se busca el interés general como instituto político, y ganar en las urnas, se requieren perfiles competitivos.
Honestidad.
Y para fortalecer lo anterior creo que la palabra clave es “honestidad”, cuando un aspirante a una posición se “aferra” a que se la merece, porque ya tiene tiempo buscándola o porque pertenece a tal o cual sector, me parece bastante deshonesto, porque cada quien debe saber qué y cómo le van a aportar votos a este partido, con números reales, sin engañarse. Ejemplos hay muchos, pero está el caso de Cristian Mijares, quien en un corto tiempo recibió una oportunidad dentro del PRI e hizo un mal desempeño como candidato, y queda de manifiesto que el ser famoso, no te garantiza que vayas a ganarte la confianza de los electores. Y así pudiéramos seguir con otros similares.
El trabajo de Daniela Soto se verá reflejado en los próximos dos meses, primero con la firma de la candidatura común, del diálogo que se tenga con el PAN, pero sobre todo, de los números que esta alianza presente la noche del primer domingo de junio de este año.