Prácticamente a la mitad de las campañas políticas los escenario siguen subiendo de “tono” respecto a las estrategias de los candidatos a la presidencia municipal de la capital, todos son mensajes políticos dirigidos específicamente al “círculo rojo”, que es el “ring” donde se da a conocer lo que cada partido político trae bajo “la manga”, y es que no todo, necesariamente, lo que “brilla es oro”, sino que todas las decisiones siempre tendrán una consecuencia a favor o en contra, por lo que en el caso de las adhesiones creo que se debe valorar hasta dónde se hace público o simple y sencillamente el objetivo que se persigue está muy enfocado en sacar más votos.
Y me refiero específicamente al mensaje que manda José Ramón Enríquez y su equipo, con la decisión de anunciar el apoyo del exgobernador de Durango, Maximiliano Silerio Esparza y su familia; algo que sin duda llama la atención dado que ha sido el propio exmandatario quien en muchas ocasiones aseguraba que siempre sería priista, con esto, de entrada, queda de manifiesto que existe un malestar de su parte a cómo se ha dirigido el partido a nivel nacional, pues no hace mucho criticó la estrategia que el líder nacional, Alejandro Moreno, implementó para poder reelegirse en el encargo; de ahí que quizá la tendencia de su actuar sea bajo esos argumentos.
Suma.
Será interesante saber qué tanto habrá de sumarle el exgobernador a la aspiración del oftalmólogo, es decir, el capital político que se traducirá en votos se conocerá la noche del día de la elección, o quizá los compromisos que el candidato hizo con la familia Silerio para buscar dar ese mensaje a la clase política que desde la propia casa del exmandatario se generó; se entiende que el encuentro no fue casual sino que estuvo planeado para que se diera esa foto que circuló el fin de semana. Hay dos perfiles más que veremos qué tanto le podrán sumar a esta aspiración, el caso de los dos hijos de Silerio Esparza, Elvira y Max, quienes ya han tenido también algún paso por la función pública y la representación popular, y ya se verá cuál será su aporte, hablando de votos, claro está.
PRI.
El asunto es que ya hay un mensaje claro para Maximiliano Silerio Esparza, dicho por la dirigente estatal del Revolucionario Institucional, quien asegura que aunque el exgobernador por congruencia no solicite su salida de las filas del tricolor, ya existe una solicitud en la dirigencia nacional para que sea expulsado, pues los estatutos así lo establecen, por lo que de concretarse su salida del instituto político que lo llevó a la máxima magistratura del estado, sería un claro mensaje que en ese partido no se habrán de tolerar esas posiciones, “de estar, pero no estar en los hechos”. La expulsión de Silerio Esparza se estaría dando incluso casi de manera natural, ante esta evidencia. Su hija, ex directora de turismo municipal, hace algunos meses cuando anunció que se incorporaría a las filas de Morena, en entrevistas aseguraba que su papá seguiría siendo priista; sólo ellos sabrán qué pasó o por qué ese cambio de la noche a la mañana.
Interno.
Considero que el candidato de Morena a la capital, así como su equipo, deberían estar realizando un trabajo interno en la alianza que conforman con el Partido del Trabajo y el Verde Ecologista de México, pues hay un claro mensaje por parte de Gonzalo Yáñez y los petistas en no apoyar al oftalmólogo, incluso desde que fue anunciado como promotor de los programas, el senador no se ha aparecido ni siquiera para levantarle la mano como con el exgobernador, y me parece que esa alianza con estos partidos sí le representarían votos, mismos que hoy no tiene justo porque el partido aurigrana está de “brazos caídos” por llamarlo de alguna forma. Prefiere el doctor Enríquez buscar los apoyos externos que seguramente al interior no tiene, por lo menos ese es el mensaje que se deja ver.