La autonomía universitaria se entiende como la cada vez más debilitada independencia para que las universidades se rijan por sus propio orden jurídico y reglamentario plasmado en la ley orgánica y el reglamento general y ejerzan la libertad de cátedra.
La autonomía institucional ha sido violentada por el poder político en turno, desde las oficinas de gobierno se opera la elección de rector, esta violación a la autonomía, se ha incrementado con el beneplácito abyecto de los rectores.
Al interior de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), hay otras autonomías, las cuales también se encuentran muy debilitadas por la intromisión, operación y ejecución del rector en ámbitos autónomos.
La estructura estudiantil debe ser autónoma y democrática, debe ser un movimiento permanente que busque mayor participación estudiantil, e incluso, de padres de familia. El movimiento estudiantil universitario, debe, con independencia de rectoría, generar programas que fortalezcan los derechos de los estudiantes e incidan en el proceso de enseñanza aprendizaje y revisión de perfiles académicos, esto, entre otros puntos de un programa bien estructurado que nunca ha existido.
Rectoría y directores de escuelas y facultades, intervienen en las elecciones estudiantiles, lo que les garantizan tenerlo bajo control, a cambio de prebendas de tipo económico, una fuga de dinero que merma el subsidio de la universidad y que no se ha mencionado, menos denunciado. Una abierta violación a su autonomía estudiantil.
Otras áreas, que por su naturaleza debe preservar su autonomía, son los sindicatos. Lamentablemente, rectoría interviene de manera abierta violentando de manera flagrante su autonomía.
Actualmente se está llevando a cabo el proceso para renovar el comité ejecutivo del Sindicato de Trabajadores Académicos (STAUJED). Tres aspirantes, cercanos a rectoría intentaron lanzar su candidatura, ellos son: Nancy Espino, Fernando Molina (fue secretario particular del rector) y Sandra Torres Herrera.
Rubén Solís intervino para que solo uno fuera candidato y operó a favor Nancy Espino. A los otros dos se asegura los premió por su obediencia con tiempos completos, sería bueno checar desde cuando los tienen y como los obtuvieron.
Rectoría anda con todo para que quede de dirigente la maestra Nancy. A través de ella mantener control de ese gremio académico, pero ya los tiempos no son los mismos y rectoría aplica métodos absurdos y costosos, en tiempos de cambio y pretendida austeridad.
La intromisión del rector violando la autonomía sindical, es un hecho grave, con ello pretende cercenar los derechos de los trabajadores, manipular la decisión de la base trabajadora, buscar su desarticulación en momentos de conflicto, y negociar favoreciendo las cúpulas dirigentes, haciendo a un lado la lucha de los maestros por más conquistas.
En este proceso electoral del STAUJED, surge la candidatura de la maestra Wendoly Bracho Marrufo, quien acepta el reto de hacer frente a la candidata de rectoría, con menos recursos, pero con la intención de reivindicar la autonomía sindical, defender los derechos de los agremiados, frenar la intromisión patronal (rectoría), gana para la causa sindical y para su proyecto un número cada vez mayor de maestros dispuestos a defender la dignidad e integridad sindical y no entregarse por un plato de lentejas, se le han sumado liderazgos como el de: Palmira Maldonado, César Casas y Moisés Acosta. Laucha sigue y sigue. O no.
