Esteban Villegas, el gobernador electo de Durango encontrará las arcas estatales no solo vacías, sino ahogado en deudas. Hasta hoy, Villegas Villarreal no ha hecho ningún posicionamiento sobre la grave situación económica del gobierno, tampoco sobre el paro de la burocracia convocado por el sindicato de los tres poderes, que demanda cumplimiento del pago a los trabajadores y otras prestaciones pendientes.
Para la ciudadanía, no hay explicación suficiente sobre la aplicación de recursos, es cierto que el gobierno federal ha reducido subsidios, pero, aun así, hay acumulación de adeudos, no obstante haber recibido el gobierno del estado autorización del congreso del estado para contraer deuda, no se sabe de bien a bien que es lo que ha pasado con el manejo de los recursos, donde están, en que se aplicaron.
No decimos que se hayan usado mal los dineros, solo creemos que no hay la información suficiente de cómo se han administrado, lo cual es un derecho que los duranguenses tenemos de saber cómo, cuándo, donde y en que se gastan los dineros que finalmente salen de nuestros impuestos.
En la medida que no se informe y no haya claridad, en esa medida se desatan los demonios de la especulación y el rumor: Que si la titular de comunicación social del gobierno, la señora Verónica Terrones, pidió al alcalde Jorge Salum que no le cobre el adeudo que el gobierno tiene con el H. Ayuntamiento. O que durante la pandemia decidieron invertir más de tres mil millones de pesos en la bolsa, tratando de que se les triplicara el capital, se especula que perdieron todo.
Mientras, las banderas de lucha de los burócratas, por muchos años guardadas, se levantan para exigir el pago que les adeudan; hasta el momento de escribir esta entrega, el sindicato de los tres poderes no había recibido ninguna respuesta, lo que presupone que el paro se pueda prolongar. Los trabajadores del área administrativa de la secretaría de educación emprenden acciones para defender la basificación e impedir despidos injustificados de sus compañeros.
Si algo se tiene que garantizar y salvaguardar, son los recursos para cubrir salarios y prestaciones, e insistimos que se debe informar en qué momento se rompió el equilibrio en las relaciones laborales, y se llegó hasta la suspensión de pagos a los trabajadores.
Sin tener la información suficiente, creemos que los dirigentes sindicales estuvieron gestionando los recursos, al parecer todo fue inútil, evasivas, engaños y posiblemente hasta mentiras recibidas, llevaron a la suspensión de labores con todo lo que esto implica.
Al mismo tiempo, trabajadores del Instituto de Investigaciones científicas de la UJED, hacen paro para exigir el cumplimiento de compromisos del rector Rubén Solís. La universidad es otro caldero hirviente. Desde que trabajadores administrativos y académicos hicieron el plantón en el edificio central y la marcha histórica, no se ha vuelto a saber nada más.
No se sabe si ya se contrató la empresa que hará la investigación sobre el personal que cobra y no labora. El impuesto sobre la renta (ISR) ya se descuenta de la nómina de los trabajadores, lo que genera indignación. Los dirigentes sindicales deben informar cual es la situación de los compromisos contraídos, los cuáles, por cierto, no fueron logrados por ellos, sino por todo un movimiento. Esperemos que no vuelva a brotar otra inconformidad desde las bases, porque se les puede salir del control a los líderes sindicales. En este escenario, lo cosa esta que arde. O no.
