En anterior entrega, sostuvimos que la marcha convocada por rectoría, no lograría su objetivo de que el gobierno del estado pagara el adeudo de más de 300 millones de pesos. Nuestra opinión se sustentaba, y hoy la sostenemos, de que la presión era extemporánea, a solo diez días que termine esta administración, propusimos públicamente que la orientación fuera la de castigo a los responsables de haber ocasionado esta grave inestabilidad financiera en la UJED. No fui el único que dudó del éxito de la marcha, surgieron varis textos, unos sutiles, otros expresos, e incluso fuertes contra la rectoría. Reconocemos una gran asistencia de maestros, trabajadores administrativos y docentes. A decir verdad, no tuvo la combatividad de la marcha histórica, fue una asistencia que se percibía, solo para cubrir el trámite.
En el Centro de Convenciones dio un vuelco la situación, los universitarios irrumpieron en la reunión (mal llamada negociadora), en la que una comisión oía a los representantes del gobierno del estado. Allí se escucharon voces de universitarios que cuestionaron al rector la tardía protesta, a la que llegaron a calificar de “farsa”.
Se hizo un caos, unos queriendo hablar, otros se los impedía; el rector Rubén Solís claramente desconcertado, nervioso, sudaba, se acomodaba los lentes, se arrellanaba en su silla, volteaba para todos lados, incapaz de imponer su autoridad, alzar la voz y llamar al orden y la calma. El rector, flanqueado por el secretario de educación Rubén Calderón, que operó para que llegara a la rectoría, estaba entre la espada y la pared.
La marcha, si no esperaba que los recibieran con el cheque, si que hubiera un compromiso de pago serio. El secretario de finanzas del gobierno del estado, dijo que cubrirían el adeudo cuando recibieran el dinero de la secretaria de hacienda, sin exhibir ningún documento que probara la gestión, ni un compromiso de hacienda de enviar dinero. Tampoco fijo fecha alguna, dicho de otra manera, rectoría entró a la reunión con las manos vacía y salió igual o peor, porque la respuesta fue vaga.
Los representantes del gobierno salieron ganando, no pagaron, no se comprometieron a nada, dejaron colgado de la brocha al rector y se fueron riendo a sus casas. Dejaron que corriera el tiempo para que se llegue el quince de septiembre y salir de la bronca.
Para colmo, el Rector Soliz Ríos les buscó una salida, al decir que se pagaría el día quince y matizó, si no se paga, se reunirá la H. Junta Directiva para acordar acciones, que ya no serían contra el gobierno de Aispuro, sino contra el de Esteban Villegas.
La marcha terminó, nadie cree que se vaya a cubrir el adeudo ni el quince de septiembre ni antes. Lo que se evidenció fue una ignorancia de maestros, algunos con doctorado, que hablaron de huelga, algo que no procede, porque no es conflicto laboral, la huelga es un derecho que tienen los trabajadores para defender sus derechos cuando son vulnerados, que no es el caso. Lo que sí podría haber, es un paro institucional contra el gobierno de Esteban Villegas. Aispuro ya estaría en andorra abriendo una cuenta.
Es una pena que el rector no se levantara y con energía, emplazara al gobierno del estado al pago del adeudo en 24 horas, de lo contrario, demandar a quien resulte responsable de retención de dinero y no cubrir los compromisos económicos, para que se castigue a quien resulte responsable del daño financiero y patrimonial a la UJED, le temblaron las corbitas. O no.
