Hay quienes, por muchas demostraciones, evidencias y pruebas, no tienen capacidad de comprensión, no tienen la evolución suficiente y otras que, cegadas por su gran ego, por el odio o por el resentimiento, su máximo deseo es quedar con la razón de su parte, aunque esto no sea cierto. A pesar de que todos conocemos su incapacidad, sus limitaciones y escasa preparación, este tipo de personas siguen rebuznando, un caso patético de ello es la participación del regidor de Gómez Palacio de nombre Armando Navarro. Como lo único que sale de su boca es charlatanería, palabrería y nada serio, la señora Leticia Herrera, prefiere abandonar la sesión de cabildo que escuchar a este sujeto que solo se dedica a injuriar sin fundamento. La alcaldesa tiene muchísimas más cosas importantes en que pensar y hacer, que escuchar los rebuznidos del regidor Navarro. Una mañana como otra cualquiera, caminaba un burro alrededor de un tigre, el burro dando saltos y haciendo muchos aspavientos le decía al tigre insistentemente: – Mira tigre: la hierba es azul. El tigre, sorprendido, respondió ante lo evidente: – No, estás cegado, mira bien, la hierba es verde. La discusión comenzó a calentarse y al ver el tono que estaba tomando, tigre y burro decidieron buscar al león rey de la selva para que les hiciese de árbitro. Antes de llegar al claro donde el león vigilaba su reino, el burro, con sus saltos y aspavientos, se adelantó y llamó su atención: – Su alteza, ¿no es cierto que la hierba es azul? El león levantó una ceja, y sin mirar al burro, respondió: – Cierto, la hierba es azul. Entonces el burro, sintiéndose valiente ante esta respuesta, y aunque en el fondo de su conciencia sabía que no era cierta, continuó fanfarrón: – El tigre no está de acuerdo conmigo y me molesta con sus respuestas. Por favor, castígalo. El rey sentenció: – El tigre será castigado con dos años de silencio. El burro saltó alegremente y siguió su camino muy contento, rebuznando burlón: – ¡Sí, sí, sí, la hierba es azul y el tigre estará en silencio durante 2 años! Sorprendido, el tigre se volvió hacia el león y preguntó: – Su Majestad, ¿por qué el castigo? Después de todo, la hierba es verde. El león respondió, sin mirar tampoco al tigre: – Si, por supuesto que la hierba es verde. El tigre volvió a preguntar: – ¿Y por qué me has castigado entonces? Con un fuerte rugido el león respondió: – No tiene nada que ver si la hierba es azul o verde. El castigo se debe a que no me cabe en la cabeza que una criatura valiente e inteligente, como tú, discuta con un burro. Y más aún, que venga a molestarme con esa estúpida y evidente pregunta. Existen varias definiciones de mediocridad, un hombre mediocre es aquel que la brillantes del otro le provoca recelo y envidia. Armando Navarro no es pieza para casi nada que no sea andar de borlotero en la bola como manso borrego haciendo lo que le ordenan.Cuando la fortuna lo favoreció convirtiéndose en delegado en funciones de presidente de MORENA en Durango, donde por cierto se robó vehículos, sillas y hasta el papel sanitario, su actuación fue de gris a mediocre. Y es que no da para más, prueba de ello es que su insignificancia, pequeñez y vulgaridad solo le alcanzó para ser regidor…con su bajísimo perfil va a terminar de encargado del departamento de limpieza de las oficinas de MORENA en Mapimi. Bien hecho señora Lety, cada vez que este cínico tipejo abra la boca en sesiones de cabildo, solo escúchenlo, no le contesten, ignórenlo, pues solo sirve para criticar, no aporta soluciones, de lo contrario, el tomarlo en cuenta seria repetir la fábula del burro y el tigre.
