Hoy que se conmemora el Día Internacional de la Mujer, bien vale la pena reconocer que aún hay muchas cosas por hacer, pues somos una sociedad todavía carente de respeto hacia las mujeres, quienes a pesar de las luchas que han encabezado por lograr la igualdad, el camino recorrido ha sido extenso y sinuoso, pero lo que hoy han demostrado a lo largo de la historia es una buena señal de que no ha sido en vano, pues si volteamos hacia atrás no contaban muchos derechos que hoy afortunadamente han ganado.
Siempre es una conmemoración en la que los discursos van y vienen por parte de los gobiernos a nivel mundial, pero ya en los hechos, y quienes somos padres de niñas, estamos preocupados por el rumbo que pueden tomar las cosas si no buscamos que el respeto sea la principal herramienta a la que tengan derecho las nuevas generaciones, y no se trata solo de acciones unilaterales por parte de quienes ostentan el poder, sino que desde la casa, tanto a niños como a niñas, debemos dejarles en claro que ambos géneros pueden y deben tener las mismas oportunidades.
Quizá muchas adolescentes que hoy levantan la voz, y que seguramente estarán marchando, ven como algo normal acciones que costaron vidas, como tener el derecho a votar y ser votadas, por poner un solo ejemplo, y el tema aquí es que a pesar de que se han dado importantes pasos para conseguir estos objetivos, la dinámica global va forjando nuevas necesidades para este sector poblacional, pues como sociedad, que integramos un todo, debemos generar condiciones para que las mujeres busquen su desarrollo social, familiar, profesional y laboral, sin el miedo a verse opacadas por los hombres, pues nunca bastarán las buenas acciones si no existe el compromiso de todos.
Si bien en el terreno político la equidad se ha ido consolidando, en materia laboral aún hay pendientes por resolver, pues las empresas deben fomentar y consolidar que más allá del género todos los empleados tengan las mismas oportunidades, y quienes por capacidad y conocimiento puedan escalar hasta llegar a puestos ejecutivos, sin condicionantes y bajo un mismo criterio de sueldo, si hay resultados que se traduzca en espacios y en su sueldo. Pero en mi opinión debe también quedar claro, que no por el solo hecho de ser hombre o mujer, deban ganar más sin demostrar de lo que son capaces, porque eso en automático desmotivaría al género opuesto y desencadenaría una baja en cuanto a su productividad.
En el ámbito familiar las estadísticas no se muestran favorables para las mujeres, lamentablemente, pues de acuerdo a datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en el 2021 el 90 por ciento de las violaciones contra niñas en nuestro país sucedieron en el entorno familiar, donde se supone deberían sentirse más seguras y protegidas. En relación al número de feminicidios en México, de acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, del 2019 al 2022, es de 950 decesos de mujeres por año; cifras que aterran a cualquier padre de familia, y lo menos que esperamos los padres de familia es que en nuestro país existan las condiciones de seguridad para las mujeres, esa es parte de la lucha.
Hoy no se trata de felicitarlas, sino de mostrarles el respeto a lo que son, a lo que representan como pilar fundamental de nuestra sociedad, a hacer que su voz sea escuchada cuando también se haga en el marco de la tolerancia, a que los tipos de violencia que existen contra ellas deberán ser erradicados. Mujeres que representen dignamente el presente para hacer del futuro un mejor lugar para vivir, pero que nunca olviden que lo que se ha hecho a lo largo del tiempo es ya un importante referente.
