El salario emocional son todos los beneficios y recompensas que recibe un empleado por su trabajo y que no tienen un carácter económico. Se trata de recursos que van más allá del salario y que, sin embargo, tienen mucha relevancia. Son aspectos valorados por los empleados, razón por la cual su compromiso con la corporación, con la institución o parte patronal crece exponencialmente. Entre estos se cuentan, por ejemplo, la flexibilidad, el reconocimiento al trabajo o la formación. Los factores que componen el salario emocional son esas contrapartidas que resultan satisfactorias para el empleado, aunque no sean cuantificables económicamente. Una adecuada evaluación del desempeño resulta un elemento motivador para los empleados, y es que solo un 30 % de los trabajadores cree que su desempeño se gestiona de forma adecuada para dar lo mejor de sí mismo. En un correcto proceso de evaluación del desempeño, el responsable analiza con el empleado los puntos fuertes y débiles durante la ejecución de sus funciones, con el objetivo de premiar las actitudes adecuadas y reforzar aquellas en las que se puede mejorar. Si se realizan de modo constructivo, son muy útiles para aumentar la motivación laboral y productividad, y se convierten en un elemento importante del salario emocional. Que un empleado tenga la posibilidad de comunicarse con fluidez con sus superiores y sentirse escuchado respecto a sus preocupaciones es otro elemento importante que forma parte del sueldo emocional. Trabajar en un ambiente en donde la presión no sea excesiva también es un elemento que forma parte del salario emocional. El empleado es consciente de las funciones que tiene, pero sufrir excesiva presión es contraproducente y termina siendo un elemento por el que un empleado puede dejar su trabajo. Tener flexibilidad de horario es otra parte importante del salario emocional. En este sentido, el empleado se siente comprendido ante cambios en su situación personal y tiene herramientas para adaptarse sin sentirse presionado en su trabajo. Esta flexibilidad es un elemento que reduce el estrés y es valorada positivamente por los trabajadores, pues pueden combinar de forma más efectiva cuestiones personales y laborales. En relación con lo anterior, cualquier medida no económica que favorezca la vida laboral y personal será considerada como parte del salario emocional. Cuando un empleado se siente identificado con los valores y la cultura de la empresa es más fácil que entienda el porqué de ciertos procesos. Su implicación será mayor, puesto que comparte los objetivos por los que también está trabajando su compañía o fuente de trabajo. Esta satisfacción es considerada parte del salario emocional, en tanto que permite al mismo tiempo aumentar la implicación en los proyectos y, en consecuencia, la eficiencia y productividad. Asegurar un entorno laboral saludable y el bienestar de los trabajadores es otra forma de mejorar su salario emocional. Por ejemplo, estipular varias paradas durante la jornada para descansar pueden ser algunos factores que influirían directamente en la seguridad y bienestar laboral. Tener posibilidades de desarrollo profesional dentro de la empresa también es un factor a incluir dentro del salario emocional que puede ofrecer una corporación. El salario emocional tiene un enorme impacto en el clima laboral, cuando los empleados sienten que sus necesidades están cubiertas, el clima laboral mejora. Además, tiene impacto en la productividad, eficiencia, motivación y desempeño. En pocas palabras, el objetivo del salario emocional es reconocer el desempeño de los empleados mediante aportaciones no económicas. Cualquier elemento, más allá del dinero, que sea valorado por los empleados puede ser considerado salario emocional.
Interesante el Salario emocional tiene muchas facetas, recibir un salario de jubilacion es meramente emocional.
Lic. estare en Durango y si me lo permite pasare a esa hermosa Biblioteca a la que Usted le dio vida y el toque
exacto para atraer visitantes.
Felicidades!!!