Hoy es el Día Internacional de la Mujer, una conmemoración que cada vez más se convierte en el foro de expresión de miles de ellas, que en la actualidad, siguen padeciendo las injusticias que en el pasado eran algo “normal”. Una lucha que involucra a todas, sin distingo de raza, condición social, partido político o religión, pues solo así su voz en verdad será escuchada, porque juntas comprendieron que este mundo no solo le pertenece a los hombres, sino que ellas son un pilar fundamental.
Y es que a mediados del siglo pasado, era extraño ver el cúmulo de mujeres que hoy desarrollan actividades que difícilmente podían ser validadas por los caballeros, y me enfoco en primer término al ámbito político, pues a pesar de ser una frase “trillada”, no es obra de la casualidad que nuestro país esté a unos cuantos meses de tener Presidenta de la República, de que Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez estén a punto de hacer historia en un país que poco a poco ha comprobado que ellas tienen capacidad de liderazgo, compromiso y vocación de servicio.
Sí, esta elección se trata de partidos políticos e ideologías, pero que dos mujeres tengan esa gran posibilidad de asumir el Poder Ejecutivo Federal es el reflejo de que cuando las mujeres se lo proponen, lo pueden lograr. Los argumentos de imposiciones o designaciones por “compadrazgos” quedan en el terreno de la “grilla”, al calor del proceso electoral. Lo realmente importante es que las mujeres deben sentirse con la esperanza de que una de ellas pudiera tener más empatía con sus causas, de llegar a la Presidencia, que ante las injusticias, que son producto de sus reclamos, existen hoy posibilidades de que alguien desde Palacio Nacional las entienda; y eso tiene su mérito.
Derivado de algunas reformas a las leyes electorales hace algunos años, ahora también todas las candidaturas que estén en juego deberán tener la participación de la mujer por lo menos en la mitad, y ello se ha reflejado en los escaños del Congreso de la Unión, de las gubernaturas, congresos estatales y también en presidencias municipales, que como ha sido en el caso de los caballeros, hay quienes han hecho un extraordinario trabajo, y hay quienes no. Pero esta habla de que la mujer que se dedica a la política se ha ido preparando cada vez más, derivado del importante número de oportunidades que se les están presentando.
Por otra parte, difícilmente pensaríamos que en el mundo el fútbol las mujeres fueran a tener alguna posibilidad, pues los antepasados creían que solo era para varones; y hoy las mujeres han demostrado que son igual o mayormente competentes que los hombres, a nivel selecciones nacionales no se diga, y lo estamos comprobando en la Copa Oro Femenil. Es más, pensar que una mujer pudiera ser árbitra profesional en la rama varonil era un sueño “guajiro”, y recientemente, a mucho orgullo, una mexicana de nombre Karen Díaz, formó parte del primer equipo arbitral en dirigir un partido de Copa del Mundo varonil, originaria de Aguascalientes. En el caso de Durango, donde también hay talento femenil dedicándose a esta profesión, Selene Figueroa Herrera, tan solo por mencionar un ejemplo.
Pajareando.
A una semana de haber iniciado las campañas federales, en el caso de quienes aspiran a llegar al Senado de la República por nuestra entidad, hasta este momento se percibe una mejor y mayor presencia por parte de las abanderadas de Fuerza y Corazón por México, Gina Campuzano y Gaby Hernández, pues se han visto más dinámicas en la actividad proselitista.
En un menor grado, pero también con presencia en algunos municipios, sobre todo en la capital y La Laguna, la fórmula de MC, que encabeza Jorge Salum. Y quienes sí están muy desaparecidos de la escena política son los candidatos de Morena, PT y Partido Verde. Quizá sea estrategia, lo estaremos analizando.
