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Debate presidencial, un “déjà vu… sin pena ni gloria

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Redactado, domingo 7 de abril 2024 16:00 horas

Si no existió algún motivo impredecible, o alguna causa de fuerza mayor, el pasado 7 de abril de 2024 a las 20:00 se llevó a cabo el primer debate presidencial. Sin duda alguna esto será un déjà vu, de lo que hemos vivido en anteriores ocasiones; las huestes, apoyadores, voceros, equipos de campaña y demás dirán que su candidata (o), Xóchitl Gálvez, Claudia Sheinbaum, o Jorge Álvarez Máinez, ¡ganaron el debate! Casi de forma inmediata, veremos a los que han estado guardando su dominguerapara afirmar con una postura de gran sapiencia; los debates no se ganan, porque los debates son para contrastar y compartir ideas, pero no para ganar, lo que se gana son las elecciones,posteriormente y con el paso de las horas,  se asegurará que lo importante no es ganar el debate, sino el posdebatey así por siempre.

Como en otras ocasiones, los temas a tratar están definidos, todo es predecible, cada uno de los candidatos sabe de que pie cojeasu adversario, de la forma en que lo atacará y como defenderse. Esa sonrisa sarcástica, esa cara de indignación, esa descalificación, ese chiste, y hasta esa lagrimita producto de una gran emotividad, ya fue ensayada decenas de veces, los candidatos no se preparan para improvisar, se preparan para repetir el guion ensayado cientos de veces, y sobre todo no cometer errores. Los candidatos están usando la vestimenta que se probaron y por supuesto aprobaron, se mueven de forma que luzca su mejor ángulo y solo se preocupan de ejecutar su guion de la forma más precisa y convincente posible.

La audiencia en este tipo de eventos pertenece mayoritariamente al llamado círculo rojo(políticos, funcionarios, medios de comunicación, etc.) además de algunas personas interesadas en política, cuya gran mayoría ya tiene definido a su candidato,donde su opinión está sesgada, por juicios previos, por sus preferencias, la objetividad del análisis del debate   brillará por su ausencia, son muy contados los que ven un debate sin estar interesados en política o sin tener una inclinación previa. En un debate los espectadores maximizan los aciertos de su candidato y minimizan los de los adversarios, es frecuente caer en el autoengaño, crear una realidad falsa, aunque sea de forma inconsciente. Es prácticamente imposible que una persona modifique su intención de voto resultado de un debate.

Sin embargo la actuación de los candidatos es muy predecible. Según todas las encuestas Claudia es el puntero, entonces en ella existe el riesgo, el peligro, la amenaza, deberá ser muy cuidadosa de no perder ni un ápice de su ventaja, no deberá cometer errores, y no me refiero de  lectura o dicción, sino algún planteamiento contradictorio con su imagen y propuestas. En el caso de Xóchitl el riesgo pasa a segundo plano, ella deberá motivar  su  crecimiento y sobre todo buscar meter zancadillaa Claudia, en política no solo se crece avanzando, también metiendo el pie al adversario. En el caso de Álvarez Máinez, deberá buscar un punto de partida, más que ninguno, un momento memorable, algo que deje huella, convencer que no solo será testimonial.

No  obstante, y aunque espero equivocarme, creo que este debate pasará  sin pena ni gloria, sin sorpresas ni sobresaltos.

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