Este fin de semana circularon un par de fotografías de un encuentro que sostuvieron cuatro de los aspirantes a la rectoría de la Universidad Juárez del Estado de Durango, José Ramón Duarte Carranza, director de la FECA; Rafael Mier, de la FADER y CIPOL; Manuel Murillo, investigador y Gerardo Lozoya, secretario general de la máxima casa de estudios. Esto sin duda marca un referente importante en cuanto a la sucesión, pues los asistentes a esta reunión lanzan un mensaje claro para que la elección sea entre los propios universitarios, más allá de que los cuatro puedan desplegar sus estrategias de campaña a su debido tiempo, creo que es fundamental para la UJED que se parta del diálogo.
Si bien los tiempos están muy adelantados respecto al cambio en la rectoría, pues primero deberá ser la renovación de algunas direcciones en distintas unidades académicas en el mes de noviembre, creo que la carrera por dirigir los destinos de la UJED ya se está tornando en un nivel de debate respecto a quién deberá ser, pero también a quién consideran no debe ser, y en este último caso algunos de los aspirantes han dejado en claro que no deberá permitirse la llegada de personajes externos. Y un ejemplo claro es la posibilidad latente de que incluso partidos políticos quieran “meter la mano” en esta elección a finales de año, de ahí que cuatro de los aspirantes hayan decidido exponerse a la opinión pública en el sentido de que todos trabajarán porque los próximos seis años llegue alguien que los represente, ajeno a cuestiones político-partidistas.
Pacto.
Uno de los asistentes a este encuentro asegura que no existió ningún tipo de “pacto” en contra de nadie, simplemente era dejar en claro que habrá unidad en torno a la UJED y esta plática estuvo más centrada en las coincidencias de lo que la universidad debe ser, por lo que está descartado que de ahí se haya expresado el respaldo para uno u otro de los aspirantes. Esto creo que es digno de resaltar porque habla de una madurez política manifiesta, porque hay quien incluso asegura que se dejan los egos de lado para dar paso a lo que realmente los une, que es el crecimiento universitario. Ojalá que ese mismo sentido de la responsabilidad hacia lo que representan y a lo que aspiran, prevalezca durante un proceso donde tengan que enfrentarse para que uno sea el próximo rector.
Trabajo.
En importante también añadir aquí la postura que ha expresado el líder del SPAUJED, Erik Iván Hernández Cosaín, quien dice que a pesar de los cambios en las direcciones de escuelas y facultades, aunado a la elección para renovar la rectoría, el trabajo no debe detenerse en la máxima casa de estudios, es decir que todo esto que ya comenzamos a ver y que se irá intensificando, no detenga el ritmo que trae la UJED; pues deben seguir dando resultados en el ámbito que le compete a este organismo gremial, del lado de los catedráticos, para que sigan desempeñando sus funciones en la medida de los normal y que estas elecciones no los distraigan. Sin duda es acertada esta postura, pues personalmente también creo que la fuerza de esta institución radica en cada uno de los personajes que son parte del engranaje, y no es de cargos o personas.
Aliado.
La UJED ha atravesado en los últimos años cuestiones financieras complejas, sobre todo en el sexenio anterior, pues se dejó de transferir los recursos que le correspondían a la máxima casa de estudios para llevárselos a otro destino desconocido; pero hoy creo que el gobernador Esteban Villegas además de aliado ha sido firme en ese respaldo no solo en cuando a lo administrativo, sino también a obras que serán un antes y un después; con mucha o poca participación pero creo que una muestra de ello es lo que se hace en el campus de La Laguna; las gestiones para que a finales de año se tenga para el pago de las prestaciones y desde luego lo que les corresponderá para la construcción del campus de Vicente Guerrero, algo que desde luego es destacable.
