Desde este domingo por la noche y la mañana de ayer lunes, comenzaron las manifestaciones por parte de los trabajadores del poder Judicial de Federación, quienes están en contra de las reformas propuestas por parte de Andrés Manuel López Obrador, y que ya tiene el respaldo también de la próxima Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo. Hasta ayer por la tarde 18 entidades del país, incluida Durango, empleados de este Poder decidieron cerrar sus centros de trabajo en demanda de ser escuchados, pero con el propósito también de fijar una postura en contra a este respecto.
Uno de los sectores de la burocracia en nuestro país que hoy se siente atacado por parte de quien gobierna esta nación, dejan en claro que al no ser escuchados o tomados en cuenta para la construcción de una iniciativa que involucre las posturas de todos los involucrados, se ven obligados al paro de labores, más allá de la institucionalidad que muchos empleados del Poder Judicial han mostrado, y dejando de lado la carrera dentro del sistema de justicia en México, hoy un partido político, quizá por revanchas, busca desaparecer órganos legalmente constituidos que buscan que las leyes se hagan valer, y en su posicionamiento exponen dos puntos que me parecen claves. Claro que el sistema de impartición de justicia debe modificarse y mejorar, pero no a costa de los propios trabajadores.
Diálogos.
En el caso del Durango, el magistrado Marco Antonio Meneses, a nombre del personal y de sus homólogos en todo el país, critica la forma en que se desarrollaron los supuestos “diálogos” para enriquecer esta reforma, a propuesta de la Presidenta electa Claudia Sheinbaum y desarrollada por la Cámara de Diputados a nivel federal, y aseguró que fue una verdadera simulación, pues quienes promueven esta iniciativa no estuvieron dispuestos a escuchar. Queda claro que desde antes de la realización de estos encuentros la decisión ya estaba tomada, máxime porque el voto ciudadano le permitirá a Morena y aliados ejercer su mayoría calificada para su aprobación.
Voto popular.
Los propios trabajadores en este posicionamiento, dejan en claro la importancia que tiene para el sistema de justicia el respeto a la carrera judicial, y nadie puede negar que esto es perfectible y desde luego se pueden aprobar más candados para que los próximos juzgadores tengan la capacidad de desahogar asuntos legales en México, y que no sean improvisados o perfiles “populares” los que ganen una votación quienes asuman el cargo de jueces, magistrados o ministros de la Suprema Corte.
La carrera judicial es como cualquier profesión de la vida, se necesitan “tablas” para ocupar estos cargos, pues se trata de darle legalidad y certeza a miles de familias que tienen asuntos judiciales que resolver, pues el sufragio para la selección de éstos no garantiza que todo se haga conforme a derecho, sino que todo se iría al terreno de lo político, es decir, la justicia se estaría partidizando.
La esperanza.
Para quienes teníamos la esperanza que la próxima Presidenta de México recapacitara y ordenara que realmente se escucharan todas las voces que tiene que ver con el tema, como el propio personal del Poder Judicial y los mismos abogados, parece que debemos eliminar esa posibilidad, pues la ex jefa de gobierno de la CDMX ya dejó en claro que va porque va. Creo que Sheinbaum Pardo está haciendo suyos “pleitos” y revanchas que no le corresponden, pues no me parece que le haya medido bien el hecho de iniciar su gobierno conflictuada con uno de los Poderes de la Nación, siendo que la verdadera molestia y enojo es de su maestro, López Obrador.
La manifestación de los trabajadores es indefinida, pero esto sí genera un auténtico problema a quienes tienen sus trámites judiciales en marcha, lo que provocará un colapso en la toma de decisiones a los juzgadores. Lo que es un hecho es que con esto demuestran que no están dispuestos a avalar una reforma que los perjudica directamente.
