A pesar de que el Gobierno de México ha enviado señales de “tranquilidad” a los inversionistas extranjeros, principalmente a los estadounidenses, sin lugar a duda el resultado de la elección el día de mañana en Estados Unidos podría marcar el futuro de nuestro país, pues las declaraciones tanto de Kamala Harris como de Donald Trump, ponen en la agenda prioritaria de la administración de Claudia Sheinbaum, las relaciones con otras nacionales, sobre todo de la que dependemos en muchos sentidos.
Mexicanos que radican en el vecino país, personalmente me han comentado que es preferible que quien obtenga el triunfo sea el magnate Donald Trump, pues la apuesta principal es la estabilidad económica, y hay quienes pensamos que esto podría generar más inestabilidad a nuestro país por lo radical de su postura en cuanto a los aranceles y sobre todo, lo que respecta al Tratado de Libre Comercio. Por su parte la llegada de la primera mujer a la Casa Blanca podría generar una buena relación bilateral basada en los acuerdos y la armonía; pero todo está por verse a partir de mañana.
T-MEC.
El acuerdo comercial que nuestro país tiene con Estados Unidos y Canadá está en riesgo de una modificación basado en dos vías, lo que ya comentamos de la postura del candidato republicano, en un discurso de campaña que ha socializado, y en una segunda “ruta” las modificaciones a la Constitución que Morena y aliados han hecho, pues algunos inversionistas de aquella nación sí ven un riesgo de que puedan seguir invirtiendo, y estarían proponiendo como condición que se revise dicho acuerdo, pues hay quienes consideran que México no ofrece garantías legales para nadie, y eso desde luego genera este nerviosismo. Insisto, a pesar de que la Presidenta un día sí, y el otro también, busca a través de su discurso generar esa confianza.
Migración.
A pesar de que es el principal tema en la agenda bilateral, las posturas de demócratas y republicanos sí debe hacer un replanteamiento de la estrategia al gobierno de nuestro país, simplemente porque en el caso de Donald Trump todo pinta que será más radical en cuanto a las decisiones que su posible administración pueda tomar respecto a las deportaciones y en el hecho del blindaje que quiera imponer para la entrada al vecino país del norte. De hecho para la administración de Sheinbaum Pardo generaría una grave crisis en caso de que existan deportaciones masivas de paisanos y hasta de otras naciones del continente, pues no existe recurso, espacio laboral o programas sociales que consideren “cobijar” a quienes dejen Estados Unidos.
Juan Ramón.
De darse el caso que gane el magnate, el canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, deberá implementar acciones al estilo de las que realizó Marcelo Ebrard Casaubón a su paso por la Secretaría de Relaciones Exteriores, pues gracias a su buen “oficio” logró la cordialidad diplomática a la llegada de Trump en su primera gestión en la Casa Blanca, con la administración de Andrés Manuel López Obrador, administración que se distinguió por cumplirle los “caprichos” al Presidente norteamericano, dicho por el hoy candidato republicano, que el gobierno de nuestro país hizo lo que él quiso y mandó efectivos militares a nuestra frontera sur para evitar el paso de indocumentados.
Entendimiento.
Considero que con quien podría haber mejor entendimiento de nuestro país con Estados Unidos, sería con Kamala Harris, por el hecho de que dos mujeres estarían trabajando más en un ambiente de cordialidad, pues más allá de las decisiones gubernamentales creo que quienes seríamos los más beneficiados seríamos quienes habitamos ambas naciones. De lo contrario podrían ser cuatro años más de mucha tensión con las posturas radicales del magnate. Pero finalmente quienes tienen la palabra son los nosteamericanos.