Inicio Artículos de Opinión Los que “iban” a ser diferentes

Los que “iban” a ser diferentes

63
0


Resulta que la bandera política de Morena, en torno que “iban” a ser diferentes que los gobiernos emanados del PRI o del PAN, resultó una total mentira, al menos en lo que respecta a la elección de quien estará al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por cinco años, pues la mayoría de los senadores pertenecientes a la corriente cuatroteísta avalaron la reelección de Rosario Piedra Ibarra, mediante métodos y presiones que siempre se vieron y se señalaron durante la hegemonía tricolor en nuestro país, y se suponía que serían distintos, pues el propio López Obrador siempre lo menciono, “no somos iguales”, pues sí, incluso en algunas cosas hasta peor.

Y es que existe una contradicción en cuanto a la postura de un importante número de senadores oficialistas, pues son quienes integran la mayoría de los espacios en las comisiones de derechos humanos y justicia, e hicieron un procedimiento de evaluación a 15 de los 48 perfiles que se registraron inicialmente para participar en este proceso de selección; la señora Piedra Ibarra obtuvo la menor puntuación, de los propios morenistas y aliados, y al momento de someterse a votación en el Pleno de la Cámara Alta resulta que alcanzó los 87 sufragios para ser reelecta, bajo “triquiñuelas” del coordinador Adán Augusto para que todos atendieran la instrucción; algo que también veíamos en los tiempos del PRI.

Corral.
Todo indicaba que el grupo de senadores morenistas que no estaban a favor de Rosario Piedra Ibarra, encabezados por el ex panista, Javier Corral, tuvieron que “echarse” para atrás con su posición inicial, es decir, de nada sirvió todo el “circo” que armaron para seleccionar al mejor perfil, cuando la orden emitida, quizá desde un rancho en Chiapas, los obligó a respaldar la elección. Qué denigrante debió ser para todos esos legisladores del régimen tener que “tragarse” sus palabras a cambio de la obediencia, pues si desde un inicio se sabía que la intención era mantener a la señora en el cargo, ¿qué caso tenía armar todo ese “espectáculo” legislativo?

El que manda.
Con esto no hay duda de que alguien sigue mandando desde lejos, pues el comportamiento de la propia Presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, así lo ha dejado ver, primero al ser muy seca el día que se le ratificó a Rosario Piedra, y al día siguiente, también en la mañanera y sin que nadie le preguntara, hablara de que el Senado de la República es autónomo y que no se recibió instrucción de nadie. Me parece que esto no es real, y que mal, porque la Jefa del Ejecutivo debe asumir ese rol en la administración federal que encabeza, no se ve bien que “alguien” esté “saltando” a quien manda en Palacio Nacional, máxime cuando siempre se dijo que nadie intervendría en las decisiones. Creo que deben dejarla gobernar, no cabe duda que es una mujer inteligente.

Enterrados.
Queda claro que los derechos humanos en nuestro país han sido “enterrados” por los senadores morenistas y sus aliados, pues la señora Piedra Ibarra no ha sido una férrea defensora de las violaciones que se comenten contra los mexicanos, al contrario, resulta que hasta defiende el actuar de las fuerzas del orden en México, y no ha querido emitir recomendaciones contra las fuerzas armadas; bueno, en ocasiones ha asumido roles que no le corresponden, bajo la narrativa morenista de que en el sexenio de Felipe Calderón había sido un error declararle la guerra al crimen organizado, de ese nivel ha sido su defensa de los derechos humanos.

Sigo pensando que Morena y aliados están cayendo en excesos que seguramente los ciudadanos van a cobrar, tal cual le ocurrió al PRI; incluso el problema es que la gran mayoría de quienes realizan estas prácticas son emanados del tricolor, quizá de ahí se entienda todo, aunque cabe reconocer que sí hay perfiles con mucho valor moral y político.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí