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A una semana de la llegada de Trump

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Estamos a tan solo una semana del arribo de Donald Trump a la Casa Blanca para un segundo mandato, el mismo tiempo que le queda al gobierno de nuestro país para dejar en claro cuál será la política exterior que se habrá de desdoblar a partir de este 20 de enero, porque ya quedó de manifiesto que las amenazas del republicano han marcado la agenda no solo en México, sino también en Canadá, dos de los países con quien tiene una importante relación económica, si bien, según el propio presidente electo de Estados Unidos, no se requiere, sí es importante que exista una buena relación, tan solo para transitar.

Quizá los aranceles es solo uno de los rubros que están poniendo al gobierno de nuestro país con cierta preocupación, pues la respuesta ha sido a que se habrán de aplicar las mismas medidas desde nuestro lado hacia allá, el asunto es que en una comparativa qué tanto podría perjudicar a las empresas norteamericanas que exporten a México, o si el impacto es a la inversa. El verdadero problema social, político, económico y de la relación bilateral, es en cuanto a la deportación de los indocumentados y a que nuestro país sea una “barrera” para que ya no sigan buscando el “sueño americano” más sudamericanos, porque en ninguno de los rubros anteriores el gobierno de Sheinbaum Pardo pareciera que tiene alguna estrategia.

Cárteles.
Las últimas declaraciones de Donald Trump vaya que cimbraron al Gobierno Federal de México, pues al asegurar que los cárteles tienen el control del país pinta a que esto suba de tono cuando el republicano asuma la Casa Blanca, y que se desate un conflicto bilateral; primero la respuesta de Claudia Sheinbaum muy concreta y sobre todo oportuna, el problema podría venir si insiste en su intención de entrar a nuestro país a detener a los líderes de estos cárteles, y es que si bien es una posición sumamente arriesgada, creo que el principal temor es que sí lo ordene. Segundo, ello implicaría una reacción internacional poco favorable para el magnate estadounidense, algo que no le conviene desde cualquier punto de vista que se vea.

China.
México creo que deberá sacar provecho de la relación desgastada que hay entre Estados Unidos y China, sobre todo por el argumento de los aranceles, porque nuestro país es prácticamente la “aduana” del comercio chino para que pueda ingresar al territorio norteamericano. El problema es que Donald Trump está mandando mensajes muy claros en relación a que no requiere de ninguna importación de casi cualquier producto, menos de este país asiático, por lo que la alternativa más importante que tendrán los chinos para dispersar sus productos en América, pues es nuestro país, eso sí, tendrá que ser bajo algunas reglas que se tendrán que cumplir, a menos que se expongan al decomiso, acciones que seguramente están relacionadas con el vecino del norte.

Económico.
El mayor argumento que me han compartido paisanos que viven en Estados Unidos, respecto al respaldo que se le brindó a Donald Trump en el pasado proceso electoral de noviembre, está relacionado con lo económico, pues se asegura que esta es la mejor acción que durante su primer periodo desplegó y que ahora, contario a lo que proponían los demócratas, los créditos para quienes están de manera legal serán a partir del 20 de enero con mayores facilidades, pues se habla que los demócratas por el contrario, otorgaban varias facilidades a quienes no están de forma legal, entro otros temas relacionados con políticas económicas. Ahora tocará demostrar la confianza que se le otorgó al magnate para que regresara a la Casa Blanca.

Nuestro país debe estar preparado para todo, pues si nada de lo que ha amenazado preocupara al gobierno de Sheinbaum Pardo, ni siquiera se le daría importancia a sus declaraciones, el problema es que sí marcan esa agenda bilateral. Así de simple.

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