Es común que en época de campañas electorales, algunos candidatos en su desesperación por conquistar la voluntad ciudadana, empiecen a hacer cosas que en su vida cotidiana jamás harían, como el ir al mercado a degustar un rico platillo mexicano o pasear en bicicleta por las calles de la ciudad de Durango, “baños de pueblo” que dejaron de ser rentables desde hace mucho tiempo, ese quizá sea el caso de Martín Vivanco Lira, el candidato a la alcaldía de la capital por el partido Movimiento Ciudadano, mismo que no es ningún secreto que, se va jugando algo más que una simple candidatura, quizá de ahí el hecho de hacer cosas más por desesperación que como estrategia.
A través de sus redes sociales, es sencillo ver la estrategia del descrito con actos populistas, pero ausentes de una legitimidad ciudadana, como la brigada que montó para hacer una limpieza de basura por el Pueblito o el simular vender naranjas en un puesto en la vía pública, cuando todo mundo sabe en donde vive y que su estatus, no corresponde a ese tipo de actividades, quizá es por ello que en cada medición que se ha hecho en Durango, sale muy abajo en relación a sus otros dos competidores, indicativo de que la estrategia de “baños de pueblo” no está funcionando y que deberá cambiar, caso contrario, seguirá en la tercera posición de las preferencias electorales, algo que no le dirán sus más cercanos, mismos que están con él o por una regiduría o por un sueldo que aseguran, está muy por debajo del promedio de lo que se está jugando.
Quizá es por todo lo anterior que se ha visto en los últimos días una serie de descalificaciones por parte de Vivanco Lira tanto a José Antonio Ochoa como a Gonzalo Yáñez, indicativo de que necesita enganchar a al menos uno de ellos para que su campaña repunte, lo único que ha sacado de esa estrategia, es que Morena interpusiera una queja ante los órganos electorales, mientras que el abanderado de la coalición “Va Por Durango” ni enterado se dio de la confrontación que pretendió abrir en su contra el abanderado naranja, pues lo más seguro, es que no lo vea como un competidor real a su proyecto y de ahí, el que ignore cada una de sus palabras.
Lo que es innegable es que Dante Delgado estará muy al pendiente de Martín Vivanco y de los resultados que entregará el próximo 5 de junio, tanto como candidato a la alcaldía que como el jefe estatal de esa marca en Durango, a partir de los cuales, se sabrá si continúa o no al frente de Movimiento Ciudadano en el estado, lo que hay muchos que piensan que será su termino como dirigente, pues su techo electoral es de entre 15 mil y 20 mil votos, numeralia no tan complicada de medir a partir de la votación que ha obtenido las veces que ha sido abanderado en esta capital, la cual difícilmente será distinta el día de los comicios, máxime cuando está inmerso en una elección que se antoja que se vaya a polarizar aún más y sea víctima del voto útil, una vez más.
¿Será?
