Una vez superado el proceso electoral, en donde el PRI, en fuerte caída a nivel nacional, se convierte en caso atípico en nuestro estado. A nivel local, se formulan las hipótesis de cómo será el proyecto real del nuevo gobernador Esteban Villegas; que tanto pesarán sus compromisos, cuánto lo habrán de condicionar los partidos que lo llevaron al triunfo, si será cabeza de playa de los empresarios de derecha para golpear al presidente, o, por el contrario, mantendrá en una línea de conciliación para fortalecer sus relaciones y, generar condiciones para proyectos de desarrollo.
Las condiciones son para especular y construir riesgos y posibilidades hipotéticas. El riesgo mayor para Esteban Villegas, no está en lo inmediato, sino en el desarrollo del ejercicio de su gobierno, en el desempeño de su equipo, en la viabilidad de sus proyectos y su alcance social.
Para nosotros, sería un error hacer juicios sobre su gabinete cuando no sabemos quiénes serán los funcionarios, y, aun así, salvo que alguno tenga una trayectoria infame, no se pueden adelantar juicios, porque los responsables de la ejecución de un proyecto están sujetos a imponderables que se deben evaluar, y esto solo se puede hacer en el ejercicio de sus funciones.
No se puede actuar como los partidos que propusieron a Esteban Villgas (Prian), qué por sistema, descalifican todo lo que hace y dice el presidente López Obrador, eso es de un primitivismo absurdo, y más absurdo negarse a cumplir con lo que les mandató con su voto el ciudadano, legislar, al plantear una parálisis, para rechazar cualquier iniciativa de Morena o del presidente.
Esto es absurdo porque como legisladores tienen tres posibilidades, después de analizar y debatir una iniciativa, votar en contra, a favor o abstenerse, pero decidir oponerse a priori, es renunciar al análisis, al debate, al cabildeo, a la dinámica parlamentaria del diálogo y la negociación y así dicen que están preparados para ganar el próximo año las elecciones en Coahuila y el estado de México. Quizá esto no sea lo absurdo, lo que deja pasmados es que panistas y priistas se lo crean.
En este escenario lamentable del PRI, se realiza la reunión de ex presidentes nacionales con Alejandro Moreno (Alito), la que después de una encerrona de más de cuatro horas, no sucedió nada.
Los ex presidentes nacionales del PRI, todos neoliberales construyeron la debacle, quieren quitar a Alito de la presidencia nacional. Llegaron cada uno con un rollo, y los despidieron con otro rollo, sin duda hicieron el papelazo, sería un error decir que terminaron fortalecido a Alejandro Moreno, pero si fueron a aportar su puñalada al otrora invencible PRI.
Es asombrosos que al final digan que “vamos bien” y que la alianza “Prian”, camina (al desfiladero sin frenos). No se descarta que después de las elecciones del 2023, veamos al PRI, dar cerradas batallas por la flor más bella de ejido.
Las alianzas son una forma de fortalecer una lucha, hay alianzas: políticas, militares, delictivas, empresariales y familiares (la suegra y la esposa contra el marido). Estas alianzas suelen tener victorias pírricas que solo prolongan la agonía. Estas serán algunas de las complicaciones que tendrá en el ejercicio de su gobierno Esteban Villegas. Le deseamos mucha suerte. O no.
