El Ayuntamiento es el órgano máximo de gobierno del Municipio, a través del cual el pueblo realiza su voluntad política y la autogestión de los intereses de la comunidad. Es el órgano que se integra por el Presidente Municipal, Síndico y Regidores, funcionando de manera colegiada. De acuerdo con recientes encuestas de participación ciudadana, solamente el tres por ciento de la población de Durango conoce el nombre de al menos un regidor o regidora de los que integraran el próximo ayuntamiento de la capital del estado. Pese a que perciben un salario muy por encima del promedio de un profesionista, cerca de 50 mil pesos al mes, a los regidores del ayuntamiento capitalino de las administraciones pasadas, era y es difícil encontrarlos en sus cubículos de Presidencia Municipal, en donde los ciudadanos se cansan de esperar que un edil los atienda. Con funciones “indefinidas”, sin una obligación clara de su papel de gestores de la ciudadanía, ayuntamientos van y ayuntamientos vienen y durante décadas, los regidores duranguenses se sienten en libertad de desatender sus oficinas, provocando frustración y molestia en ciudadanos que los ven como el único recurso para solucionar un problema. Con el joven Ingeniero Antonio Morales eso no sucederá, pues Toño tiene probada y comprobada vocación de servicio, compromiso con su comunidad, conoce los problemas y necesidades de su localidad y municipio. Agregado a ello, Toño tiene sensibilidad social, es responsable y tolerante y a pesar de su juventud, ha demostrado madurez política. Estas particularidades y rasgos del futuro regidor capitalino, han quedado más que demostradas en su desempeño como presidente del Comité Municipal del PRI, donde un día si y el otro también, Toño Morales escuchaba y en la medida de sus posibilidades, resolvía las penurias de los ciudadanos en general, pertenecieran o no a su partido. En su afán de justificarse, absurdamente la gran mayoría de los regidores atribuyen la falta de compromiso al hecho de que no son electos directamente, sino como parte de planillas encabezadas por los candidatos a alcaldes. Una vez en el cargo, deben asistir a sesiones de Cabildo o de las comisiones de las que forman parte, pero es rara la ocasión en que cumplen el papel de gestores que los ciudadanos diariamente esperan de ellos. El sistema actual de planillas permite que quienes nos representan en el ayuntamiento no participen en campañas ni busquen ganarse nuestro apoyo. Como consecuencia, alrededor del 97% de la población no puede mencionar el nombre de ninguno de sus regidoras y regidores. Un sistema de elección individual y directa exigiría más cercanía entre representante y personas representadas, si esa fuera la forma de elegir regidores, Toño Morales no tendría mayor problema en ser electo, pues su trabajo en territorio lo demuestra. Los ciudadanos pueden tener la certeza de que sobradamente, Toño desquitará el sueldo que recibirá como regidor, y su trabajo será más de a pie que de escritorio. El progreso, la prosperidad y los servicios públicos son mejor valorados cuando una comunidad mantiene su arraigo e identidad. Vienen buenas cosas para Durango, los ciudadanos confiamos en que Toño Ochoa será un magnifico alcalde que nos devolverá el orgullo de pertenecer a la tierra donde nacimos, y en ese propósito, sin duda Toño Morales será un magnifico aliado.
