En el ring del Ambiente Político, las corcholatas se han lanzado al cuadrilátero, mostrando de qué están hechos, para luchar por la sucesión presidencial. Adán Augusto el “Desconfiado” López, se enredó entre las cuerdas de la falta de oficio, al ser abordado por un grupo de madres de desaparecidos, quienes le solicitaron que las recibiera y les entregara un documento con firma y sello, en el que se dejara constancia del compromiso de atención a sus demandas. El tabasqueño le cuestionó a una de las manifestantes, si confiaban en él, a lo que la dama le contestó que no confiaban en nadie. Contra toda lógica y sentido común, el “Desconfiado”, portando una vistosa máscara de pejelagarto, le refutó diciéndole que tampoco él confiaba en ella, aplicándose con singular torpeza, una dolorosa hurracarrana a sí mismo, quedando desenmascarado, en la primera de tres caídas.
En el espectáculo del intermedio de la función de la lucha cuerpo a cuerpo entre corcholatas, apareció vía redes sociales la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum al lado de su pareja, Jesús María Tarriba, “deleitando” a los cibernautas con un nuevo “palomazo”, mediante delicados y finos acordes de su guitarra -que, por cierto, lamentablemente no tuvo oportunidad de afinar-, interpretando una bella canción del “Divo de Juárez”. Esta corcholata cantante fue objeto de innumerables críticas, algunas de ellas muy ingeniosas por cierto, como lo publicado por la senadora Lily Tellez, quien en su cuenta de “Twitter” expresó que “no se valía utilizar métodos de tortura en la carrera presidencial”, en una clara alusión a la espantosa interpretación, que rayó en lo ridículo, todo por ganarse unos puntos más en las encuestas. Entre Adán Augusto el “Desconfiado” López y Claudia la “Jilguerilla” Sheinbaum, daban una clase magistral de su bajo nivel “corcholatezco”.
Con absoluta destreza política, saltó de la tercera cuerda Marcelo “el Carnal” Ebrard, en medio de una agenda diplomática intensa. El canciller ha sido vitoreado por sus seguidores, quienes demandaron “piso parejo” a la dirigencia nacional de MORENA, en el cuadrilátero donde se disputa la candidatura presidencial. Mario el “Ojitos” Delgado, de inmediato respondió que las encuestas que realiza el partido de la 4T, son las más transparentes, sin embargo, en los hechos, hay mucha opacidad. Por ejemplo, las jornadas “electivas” -mal llamadas “asambleas”- celebradas el domingo pasado, distan mucho de ser transparentes, aunque sí desnudan el “cochinero” -como fue calificado por un amplio sector morenista-, provocado por el agandalle de los grupos enquistados en ese movimiento.
El “Carnal” Marcelo aplicó una “Wilson” a la “Jilguerilla” y un “candado” al “Desconfiado”, con el encuentro con Mujeres en Ciudad Juárez, pues mientras el secretario de Gobernación dio muestras de cerrazón, y la Jefa de Gobierno de mala afinación, el “Carnal” sale al encuentro en una zona, que por muchos años, fue sinónimo de terror para las féminas. Efectivamente, poco a poco se les caerá la máscara a las corcholatas, dejando al descubierto sus verdaderas capacidades. El “Desconfiado” y la “Jilguerilla”, seguirán a la sombra del “manager” de Palacio Nacional, y el “Carnal”, aplicándoles la “nelson”, la “quebradora” y el “tirabuzón”, haciendo política en el cuadrilátero de la Cuarta Transformación, y más allá de nuestras fronteras, sumando al respetable en la Arena, para, finalmente, ganarles en dos de tres caídas, con el límite de tiempo que marca la sucesión presidencial en el 2024
