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¿Y la revolución cultural?

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“Haiga sido como haiga sido”, también en el sexenio que terminó se le quedó debiendo a la sociedad duranguense el derecho humano a la cultura. Con todo y con que el último Festival Revueltas costara 50 millones de pesos. Ni la presentación del mejor tenor del mundo, Plácido Domingo, salvó del fracaso a dicho Festival. Fue una decepción que dos cantantes de palenque, Ana Bárbara y Edith Márquez, clausuraran el Festival Revueltas. La dicha revolución cultural que se nos prometió solo fue una frase demagógica de la izquierda, aquella que trabaja con la mano izquierda y cobra con la derecha. El sexenio de la alternancia cultural se puede resumir: el peor sexenio de la historia de los festivales Revueltas. 

Hoy, como todos los nuevos sexenios que comienzan, volvemos a decir que la esperanza es lo último que muere. Entra al relevo del Instituto de Cultura del Estado, Javier Pérez Meza. Y por cierto, ya que hablamos de mujeres y traiciones, el nuevo funcionario de cultura, desde hace tres meses atrás comenzó a trabajar para que el Festival Revueltas regrese, por instrucciones de ya saben quién, y solo hace unos días se hizo oficial su nombramiento. Pérez Meza ya anunció como director de cultura el regreso del Festival. No nos dice cuál es el presupuesto para su realización, afirma que el nuevo gobernador tiene muchas amigas y muchos amigos artistas que podrían venir hasta gratis al Festival, como sucedió con los grupos que se presentaron la noche del grito de independencia. De ser así, el Festival Revueltas sería histórico porque nadie cobraría. 

Pero la verdad es que en el Instituto de Cultura no todo es color de rosa. El Festival Revueltas se empieza a organizar desde los meses de enero y febrero para apartar posibles fechas de las figuras anclas del Festival. Y también aprovechar que el Revueltas empata con el Festival Cervantino para poder traer figuras que ahí se presentan, y más baratas. Solo habría un pequeño problema. Hoy no existe un convenio del ICED con los organizadores del Festival Cervantino para facilitar que las figuras de ese festival sean traídas al Revueltas. En el pasado fue posible ver personajes de la cultura internacional en nuestro Festival gracias a un convenio. Se anuncia en el Cervantino un homenaje a Café Tacuba y a Caifanes, íconos del rock mexicano que pudimos ver en varias ocasiones en el Festival Revueltas. 

Javier Pérez Meza lleva varios años en responsabilidades culturales. Conoce muy bien el daño que le hacen a la cultura, quienes por muchos años se han incrustado en la burocracia cultural, ya sea como asesores o aviadores. Lo mismo, no desconoce que en dicha burocracia se gasta casi todo el presupuesto en la nómina. Por esa razón, le queda al ICED una miseria para actividades culturales. El nuevo funcionario de cultura está consciente que de este año fiscal le dieron al ICED un millón de pesos, de los cuáles, sin temor a equivocarnos, es posible que no quede un solo peso. Si para el año entrante Pérez Meza presenta un proyecto motivado a la Secretaría de Cultura, podría ser un festival como lo han hecho en otros estados. Hasta el día en que nos entregan la casa que rentamos, nos damos cuenta del daño que le hicieron. Sedes como museos, centros de arte, escuelas, auditorios y casas de la cultura se están cayendo o sufren daños estructurales. De acuerdo al director del ICED, costará mucho reparar los daños que se hicieron en el sexenio de la revolución cultural. Se tiene que hacer una política cultural con todas y todos los integrantes de la comunidad cultural. Hay dos cosas que tenemos que decir: primero, no queremos dos directores de cultura, uno de facto y otro legal. Segundo, para proteger el museo Francisco Villa, las oficinas del ICED deben estar en otra parte.

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