Inicio Artículos de Opinión LA EMBOSCADA…APUNTES RUMBO AL CENTENARIO LUCTUOSO DEL GENERAL FRANCISCO VILLA, SEGUNDA PARTE.

LA EMBOSCADA…APUNTES RUMBO AL CENTENARIO LUCTUOSO DEL GENERAL FRANCISCO VILLA, SEGUNDA PARTE.

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Para esas fechas, el hombre de 44 años para nada estaba acabado, todavía sus piernas se acomodaban a la silla de montar, varios de sus muchachos y admiradores le seguían como en los mejores días, por eso es comprensible que dijera que entre Calles y su amigo Fito de la Huerta él no se andaba por las ramas. Los hombres poco acostumbrados al uso de la palabra caen fácilmente en la trampa de las palabras. Un año después, haber abierto el pico le costó la vida al hombre de Canutillo. Melitón el de San Bernardo y Jesús el diputado, contrataron a ocho gatilleros. Armados hasta los dientes, se hallaban aquellos hombres en la azotea de una casa sobre la calle Gabino Barreda, era el amanecer del 20 de julio de 1923. Tripulantes de coches y carretas circulaban por esa calle sin sospechar que varios enajenados acariciaban sus armas unos metros encima de sus cabezas. Nunca hace frio en Parral en julio, pero a los hombres de la azotea les castañeaban los dientes bajo el ala de sus sombreros. Todos ellos, con excepción de uno eran originarios de Durango, pero todos sin excepción estaba nerviosos…tenían mucho miedo. Minutos antes de disparar los asesinos encabezados por un duranguense dijeron entre sí: Siempre dijo que Parral le gustaba pa´ que lo enterraran, pues entonces vamos a darle gusto. Poco después, al fondo de la calle Juárez se dejó ver una polvareda dibujándose entre el polvo un auto manejado por el nacido en Durango. Acompañado de su secretario y su escolta personal, el general Iba manejando el coche. Al llegar a la esquina de Juárez y Gabino Barreda, un hombre que estaba ahí parado levantó la mano para saludarlo y exclamar: ¡íViva Villa!, el conocido y famoso grito de guerra escuchado en todo México. Villa ignoraba que el grito que tantas veces lo había saludado en la batalla, esta vez anunciaba su muerte. A la voz de Melitón, ocho cabezas entejanadas asomaron al pretil de la azotea e hicieron disparar sus rifles. El Dodge se estrelló contra un fresno. Los asesinos hicieron fuego con saña llena de miedo más que de odio. Dispararon como si se propusieran acabar con toda la División del Norte. El mismo día se velaron los cuerpos en el Hotel Hidalgo, y al siguiente, a las cinco y media de la tarde después de las solemnes honras fúnebres en la parroquia de San José, el cuerpo de José Doroteo Arango Arambula recibió cristiana sepultura en la sepultura de la fosa 632, sección novena del cementerio municipal. Sin embargo, quienes suponían haber terminado con las andanzas del Centauro se equivocaron, pues tres años después, en febrero de 1926, alguien profanó la sepultura para llevarse lo que quedaba de su cabeza, no sabemos a dónde ni con que objeto. Así terminaron las aventuras y la azarosa vida del mentado Pancho Villa, un ser humano que, para vengar la suerte de los pobres, pasó gran parte de su vida cabalgando. El 20 de julio del 2023, se conmemora el centenario luctuoso de Francisco “Pancho” Villa, su nombre va asociado con el de México en el mundo entero y todo lo que se diga del personaje, para bien o para mal, será motivo de admiración y controversia, por eso, a cien años de su muerte, se siguen escribiendo libros, ensayos, se filmanpelículas, se cantan corridos, se montan museos y se erigen figuras ecuestres y bustos de bronce dedicados a un Pancho Villa, que simple y sencillamente es infinito.

2 COMENTARIOS

  1. Siempre se ha dicho que los asesinos estaban guarecidos dentro de la casa, aquí se menciona que estaban en la azotea, cuál es el dato correcto?

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