Ayer se llevó a cabo la marcha en defensa del INE, organizada a nivel nacional por el PAN, PRI y PRD, así como grupos de la sociedad civil opositores al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que aglutinó más participantes que muchas otras movilizaciones que habían tenido a lo largo del sexenio, incluso aquí en Durango, donde se vio a los tres dirigentes estatales de dichos institutos políticos expresar una misma opinión, a diferencia de otros temas ¿Cómo cuál? Como el mal gobierno de José Aispuro, por ejemplo.
En días pasados, se destacó la batalla aispurista por seguir besando la mano (o los zapatos) de su jefe político, aquel al que deben su posición y fortuna actual, según dicen los que saben y según hemos visto, así como se ha quitado la máscara alguno que otro agregado.
En el cabildo capitalino, el Regidor priísta Antonio Morales, explotó un cohete en la sensibilidad aispurista al señalar que “Aispuro es el ratero más conocido y más repudiado en Durango”, lo que es una verdad del dominio público, pero que pocos en la política habían dicho con todas sus letras, lo que causó una crisis emocional a la regidora que se coló por el PAN, Verónica Terrones, que ni panista es pero se las impuso el exgobernador en la planilla.
Y me refiero a ello como crisis emocional porque una persona en pleno uso de sus facultades mentales no diría que las observaciones por casi la tercera parte del Presupuesto de Egresos Federal para Durango es algo que se podrá solventar, con lo que la exdirectora de Comunicación Social en el aispuriato y evidentemente aún vocera del “Güero”, defendió lo indefendible otra vez, habló de que “no todo fue malo”, lo que se traduce a un “sí robamos, pero no todo”.
En ese aspecto, el Diputado Luis Enrique Benítez, que no será el mejor y más querido político de Durango, pero sí hizo su chamba y se puso a evidenciar qué rubros y con qué causa se hicieron las observaciones por más de 8 mil millones de pesos sólo en el 2021 de la administración de Aispuro, señalando que mucho de ese dinero “se perdía por meses” de una cuenta a otra del gobierno estatal, regresando después la cifra original, sin los intereses que había generado; evidenció que millones de pesos nunca llegaron a sus destinos, como la UJED o los municipios, o medicamentos, uniformes y equipo de la Secretaría de Salud, así como pagos y prestaciones de maestros, sumados a supuestos apoyos que nunca se presentó evidencia de haber entregado, y un largo etc. Cosas que si no se hicieron en el momento, es imposible que se puedan comprobar ahora.
Pero “el oso” de Verónica Terrones no fue el único, porque el Diputado Christian Jean Esparza, de Morena, hizo el suyo propio al defender a la titular de la Entidad Auditora Superior del Estado (EASE), Lourdes Mora, de quien Sandra Amaya, coordinadora de la bancada de ese partido, exigía la renuncia por no hacer su trabajo, por no auditar y pasar todas las cuentas de Aispuro y aliados sin revisarlas, tarea para la que el exgobernador la puso ahí, porque es evidente el vínculo que tenía esta señora con él: la puso en un área de la Secretaría de Finanzas, la hizo presidenta del Colegio de Contadores, la hizo administradora de la Secretaría de Salud y luego la mandó a dicho ente auditor del Congreso para encubrir sus desfalcos y desvíos.
Ante esto, Christian Jean dijo que no era culpa de ella, que ella no tenía la responsabilidad de auditar, que la responsabilidad era de ellos, los diputados, que ella lo estaba haciendo bien, pero a ver ¿No es responsabilidad de una auditora e auditar las cuentas que le señala la ley que tiene que auditar? ¿No se debe sancionar a la titular de la EASE por no haber hecho su trabajo como lo marca la ley? ¿No hay responsabilidad en engañar al Poder Legislativo al decir que todo el erario público estaba bien invertido cuando estaba siendo desviado? ¿Qué le pasó Diputado? ¿Dónde quedó su lógica y sentido común?
