El presidente López Obrador no se ha conformado con impulsar la carrera de sus corcholatas, poniéndolos a hacer rounds de sombra, y “peleas de exhibición” entre ellos mismos, para atraer el interés del respetable, con el riesgo de que se den uno que otro golpe bajo, como ya sucede, o al menos, así lo denuncian en la esquina de Marcelo “Carnal” Ebrard, luego de los presuntos excesos en los que ha caído Claudia “Consentida” Sheinbaum. Andrés Manuel, siendo un personaje tan sagaz, comete ciertos errores en los últimos episodios de su combate contra el neoliberalismo, actuando como el “Don King” de Palacio Nacional, promoviendo no solo a sus talentos cuatroteístas, sino hasta a los que han emergido de los gimnasios de la oposición. Tal es el caso de Xóchitl “Rebelde” Gálvez, una pugilista del Ambiente Político, que de pronto, irrumpió en el máximo cuadrilátero de la sucesión presidencial, gracias a la promoción mañanera de Don King Obrador.
Haber señalado que la “Rebelde” Gálvez será la candidata presidencial que impulsará el Frente Amplio Opositor, gracias a los acuerdos cupulares de la oligarquía del viejo régimen, fue una invitación a subirse al “ring”, sin embargo, no fue para darse un buen “tiro” con alguna de sus corcholatas, sino con él mismo, y ese combate, en automático, la coloca en la pelea por el máximo título. Don King Obrador le dio la posibilidad a Xóchitl la “Rebelde”, de ahorrarse meses y meses de intensos entrenamientos para estar a la altura de lo que la oposición requería. Hábilmente, la de uniforme azul respondió a las críticas del experimentado promotor, recriminándole que no podía concebir que una mujer fuerte y capaz, pudiera ganarse una posición en el cuadrilátero de la política. Don King Obrador le soltó una serie de golpes rectos por las redes sociales, que la pugilista trató de esquivar. Luego le acomodó un gancho al hígado de sus orígenes “del pueblo”, que la “Rebelde” resolvió con un “uppercut” directo al mentón, restregándole que a las únicas mujeres que respeta, son a las que él impone.
Ya contra las cuerdas, Xóchitl la “Rebelde” le conectó a Don King Obrador un “cross” con apertura, diciéndole que él le colocaría a ella la banda presidencial, misma que recibiría con una gran sonrisa. Ahí sonó la campana dando por finalizado el primer asalto. Al volver a su esquina, el promotor se dio cuenta que ya no era posible bajar a la “Rebelde” del ring, pero lo más importante, en la esquina del Frente Amplio por México, se comenzaron a dar cuenta que la pelea era sumamente taquillera, lo que podría animar la participación de aquellos que indiferentes, habían anticipado que no se desatarían en comprar entradas para una pelea previamente arreglada desde Palacio Nacional, cuyo cinturón ya estaba confeccionado para la “Consentida” Sheinbaum, quien avanza en las apuestas, frente al “Carnal” Marcelo, que se mantiene de pie a pesar de todo.
Es increíble que el mismísimo Don King Obrador, haya puesto por encima de la celebración del 5to aniversario de su triunfo en las urnas en aquel 2018, el récord de peleas de Xóchitl la “Rebelde” Gálvez. En su mañanera, lejos de hacer eco de la concentración multitudinaria del sábado pasado en el Zócalo capitalino, dirigió los reflectores hacia la pugilista opositora, ante la mirada atónita de sus corcholatas, la “Consentida” Sheinbaum, el “Carnal” Ebrard, Adán Augusto “Rolex” López, Gerardo “Pocas Pulgas” Fernández Noroña, Ricardo “Amagues” Monreal y Manuel “Verde” Velasco. En efecto, está vez, Don King López Obrador, se equivocó.
