“La Rendición de Cuentas no solo significa la obligación de los políticos y funcionarios de informar sobre sus decisiones y de justificarlas en público, incluye la capacidad de sancionar a políticos y funcionarios en caso de que hayan violado sus deberes públicos”: Andreas Schedler
Tenemos más de un mes que comenzó el revuelo abiertamente por la sucesión presidencial, de manera más fuerte en el partido oficial de Morena con el activismo promovido desde palacio nacional a favor de las llamadas “corcholatas”.
Mientras que, del otro lado, en el Frente Amplio por México, mas recientemente comenzaron las acciones para elegir a quien será el candidato a la presidencia de la República, al igual que en Morena.
Uno de los aspectos que está causando una serie de cuestionamientos, inclusive entre los mismos aspirantes de la 4T, es el gasto utilizado para realizar campaña, ya que aun cuando supuestamente la dirección de Morena les otorgaría un monto de 20 millones de pesos para realizar sus actividades, las denuncias de Marcelo Ebrard y de Gerardo Fernández Noroña, es que se está rebasando dicho monto.
Y es que en una medición del periódico El País el 4 de julio publicó los gastos que las “corcholatas” de Morena habían realizado para su promoción en las redes sociales.
De acuerdo con esa medición de El País, para entonces ya habían gastado 8.3 millones de pesos en los últimos tres meses en promover su imagen mediante publicidad pautada en Facebook e Instagram, las plataformas sociales de Meta.
Lo interesante es que esas dos redes sociales también se pagaron cientos de anuncios dedicados a atacar a los oponentes dentro del mismo partido, publicándose en las pautas pagadas posts con fotos, videos, infografías o memes.
Sin embargo el origen del dinero empleado por las corcholatas en esta fuerte campaña digital no está claro.
Por lo tanto, lo que se diga por el dirigente de Morena no es coincidente con lo que estamos viendo en la realidad, ya que se supone según el acuerdo es que el dinero entregado sólo podría utilizarse en viáticos, transporte, alimentación y hospedaje, así como para financiar logística de eventos como sillas, lonas, templetes y equipo de sonido, pero no ha sido así.
Por ello, la exigencia general no solo que haya transparencia como se jacta el dirigente de Morena en decir que sí se cumplirá, sino que se rindan cuentas del uso de los recursos, pero también del origen de los dineros que no les entrega Morena para sus gastos y que está siendo usado para el pago de las redes sociales y para entregarlo en efectivo en los eventos.
Y es que se señala que la campaña en redes sociales más costosa de acuerdo con la Biblioteca de Anuncios de Meta, donde está registrado lo contratado, es la de Claudia
Sheinbaum, exjefa de Gobierno de Ciudad de México,
Mientras que las corcholatas, andan a todo lo que dan por el país, el INE no aparece por ningún lado para exigir que se cumpla con la ley y se rindan cuentas del uso de los recursos en este proceso, que aun cuando se diga lo contrario es para la presidencia de la república.
