Arlina Adame Correa, siempre se distinguió por ser una mujer dedicada a la política centrada y mesurada, con mucho tiento antes de tomar acciones o dar alguna declaración, sin embargo, este martes, dejó atrás todas esas formas, al anunciar que se iba del Partido Revolucionario Institucional y que como regidora, se iba a las filas del Partido del Trabajo, algo que tomó por sorpresa a propios y extraños, pero particularmente a la clase política y al mismo PRI, el cual se mostró enmudecido ese mismo día, cuando la descrita hizo pública su deserción de las filas tricolores, aduciendo que no la habían tratado bien y que por eso, buscaba nuevos horizontes políticos y quizá hasta electorales.
No es ningún secreto que Arlina Adame, fue relevada de la presidencia de la Comisión de Actividades Económicas en el Cabildo de Durango, hace poco más de un mes, lo que claro está, no fue de su agrado, pues asegura que libró varias batallas con comerciantes que incluso, la llegaron a amenazar con afectar su integridad física -tiempo durante el cual, sus compañeros regidores la respaldaron en todo momento-, entre ellos Fatima González Huizar y Toño Morales que si algo han demostrado, es absoluta institucionalidad al partido, quedando como los referentes importantes de esa representación política en ese órgano de gobierno, acompañados en esa fracción por el cetemista Humberto Santana y Pedro Silerio.
Sin embargo, es innegable que toda la carrera política Arlina Adame, se la debe al PRI, tal es así que es regidora gracias a que ese partido obtuvo en el municipio alrededor de 60 mil votos en el 2022, elección en el que la multicitada iba en la posición No 15, incluso tuvieron que pelear esa regiduría en tribunales, pues esa posición le correspondía al Partido Acción Nacional y en concreto a Alejandra Terrones, sin embargo, hubo la instrucción de defender esa posición a como diera lugar, lo que al final ocurrió y el PAN se terminó alineando, hoy aquella batalla jurídica de nada sirvió, pues la renuncia de la multicitada dejó al tricolor con cuatro regidores, mismo número que tienen los blanquiazules, cambiando así la primera fuerza política en el cabildo, por la quinta que en este caso es la del PT.
Hasta ahora ningún priista ha manifestado ingratitud por parte de Arlina Adame, sin embargo, hay quienes pudieran aprovechar la renuncia, para incitar a la joven suplente Kenya Fernández a que ocupe ese lugar, pues para muchos priistas, dicha regiduría le corresponde al partido por la manera es que se ganó, tanto en las urnas como en los tribunales, por lo que a esta telenovela, bien pudieran quedarle varios capítulos, siempre y cuando, el partido así lo quiera, pues no hay duda que la ahora regidora del PT, buscará una candidatura el próximo año y el presupuesto que ya le consiguió al Partido del Trabajo al tener con ella una fracción de regidores en el cabildo de Durango, tratará de facturarla a través de esa posición, lo que parece que ya está acordado con el mismísimo Gonzalo Yañez y Primitivo Ríos.
¿Será?…
