Surgió de nuevo el debate a nivel nacional respecto a la despenalización del aborto, luego de que el Congreso del Estado de Puebla aprobó el dictamen que despenaliza el aborto voluntario en las primeras 12 semanas de gestación, convirtiéndose en la entidad décima cuarta en aprobarlo. Desde luego hay posturas a favor y en contra, pero creo que esto requiere de un análisis más a fondo, es decir, no se trata de ideologías partidistas para que este asunto pueda abordarse en los congresos como el caso de Durango, donde podría ser que los integrantes de la septuagésima Legislatura sean quienes puedan retomarla y por qué no, hasta votarla en el Pleno.
Se trata de estar a favor de la vida en muchas posturas que se han vertido, pero por otra parte no se le puede negar la decisión a mujeres que han sido violentadas a decidir sobre el producto, ya que, sin ser un experto pero como padre de familia, es difícil evitar pensar en el índice de violencia sexual que se ha generado en los últimos años derivado de diversos factores. Creo que no todos los casos pueden catalogarse de la misma forma cuando existen agresiones o incluso donde se haya usado algún tipo de sustancia para atentar contra una mujer; es ahí donde se debe centrar el debate.
Prevención.
Más allá del debate en mención, otro rubro que me parece deberá atenderse para evitar embarazos no deseados es en cuanto a la prevención, pues si bien los casos donde existe violencia deben ser un factor esencial para tomar la decisión en los congresos, creo que cuando es derivado de una imprudencia o por la falta de una educación sexual sólida no se podría justificar un aborto, finalmente son consecuencias de nuestros actos. En el caso de las entidades donde ya se aprobó la despenalización quizá será muy fácil para algunas mujeres no cuidarse, al fin de cuentas podrán interrumpir la gestación antes de las 12 semanas. Ahí sí podría desvirtuarse la intención aprobada en los legislativos estatales.
La apuesta de los gobiernos federal y estatales, debe ser la de fomentar la prevención a través de campañas de orientación principalmente en jóvenes, acudiendo a los lugares de mayor concurrencia de este sector poblacional, y seguir insistiendo en la importancia de la protección, tanto para evitar los embarazos no deseados, como las enfermedades de transmisión sexual.
Sector salud.
Otro aspecto que me parece muy importante, y lo comentó el diputado Fernando Rocha, es en relación a que el sector salud a nivel nacional no tiene las condiciones para garantizar que la práctica del aborto será seguro, pues en este momento todavía estamos muy lejos de ser Dinamarca como para que las mujeres que deseen interrumpir la gestación, tengan la seguridad de que estarán en un hospital con la infraestructura o el personal mínimo necesario para realizar esta práctica. Bueno, ni siquiera hay medicamentos del cuadro básico ni en el IMSS ni en el ISSSTE; de la megafarmacia ya ni hablamos.
Sentencia.
En el 2021 la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitió una sentencia donde se establece que ninguna mujer será penalizada por decidir interrumpir su embarazo de forma voluntaria, pero deja en claro que para que esto sea legal, seguro, gratuito y universal, los estados deberán hacerse cargo de crear las condiciones para hacerlo. Ya es un mandato federal, pero en la realidad ninguna entidad tiene el recurso suficiente para crear las mejores condiciones de salud a la población, de ahí que todo lo que se invierta deberá llegar de la Federación. Osea, que los gobiernos estatales resuelvan.
Respeto.
Algo que no debemos dejar que se desborde es el fanatismo para ninguna de las dos posturas, ambas merecen el respeto, y no por pensar diferente en temas como este somos enemigos, lo ideal es que una iniciativa de esta naturaleza involucre la participación de todos, sin radicalismos, porque insisto, cada caso es muy distinto, y así se debe tratar.