Hoy se instala en el Congreso del Estado la comisión de transición, misma que tiene por objeto llevar a cabo el proceso de entrega-recepción entre las y los diputados que concluyen con su encargo este próximo 31 de agosto, y quienes habrán de conformar la septuagésima Legislatura; con la característica de que hay quienes estarán repitiendo esta representación popular derivado de los sufragios que los partidos recibieron en la pasada contienda electoral. Esta comisión estará presidida por el priista Ricardo Pacheco Rodríguez, y como es una costumbre, comenzará la distribución de los espacios físicos dentro de este Poder, así como la curul que les corresponderá en el Pleno.
Por supuesto que es importante el sello que cada legisladora o legislador le impriman a su trabajo, y vale la pena analizarlo, pero aquí también es fundamental recalcar que más allá del cambio en la numeralia de las legislaturas, un elemento que es primordial, y que hace que la “maquinaria” del Congreso del Estado funcione como debe, son las personas que tienen ya varios años trabajando en cada una de las áreas, y que conocen a la perfección el manejo administrativo, procesal, de asesoría, operativo y mediático, por lo que es necesario reconocerles a todos quienes hacen esto posible, pues además de los diputados es probable que la titularidad en algunas de estas áreas cambien, pero el soporte principal está en quienes conocen y saben lo que se debe hacer y en el momento en que se debe hacer.
Institucionalidad.
Por eso creo que seguramente habrá expresiones respecto a los espacios que los nuevos legisladores habrán de recibir, o quizá del espacio en el estacionamiento que les vayan a asignar, o el hecho de buscar incorporar a la nómina a más personal del permitido para realizar sus labores principales, es casi seguro, pero la verdadera fuerza laboral sí recae en todos estos trabajadores que tienen una característica importante, son institucionales, pues lo mismo han tenido que trabajar bajo el mando de un partido como de otro, y más allá de los colores o de la postura política de cada persona, que es muy válido por ciento, lo importante es que el trabajo salga como debe ser; y así ha sido por años, y en esta ocasión no será diferente.
Espacios.
Parece algo sencillo, pero ya en la práctica la asignación de las oficinas para los nuevos legisladores termina siendo un verdadero “dolor de cabeza” cuando hay algunos egos más elevados que otros, por lo que será fundamental que quienes tienen ya la experiencia de la Legislatura que concluye o de algunas anteriores, deberán buscar generar esos equilibrios, básicamente pensando en que un lugar no define el trabajo que se vaya a desarrollar dentro de la Legislatura, es decir, importará más si una diputada o diputado presenta iniciativas y que la mayoría de ellas logren aprobarse, que el tamaño que vaya a tener su despacho, eso debe ser secundario.
Administración.
Un elemento que quizá muchos ciudadanos no han valorado es en relación a que el Congreso del Estado tiene algunos años con un orden administrativo y financiero adecuado, y eso es porque no ha habido demasiada rotación en la titularidad de finanzas como en otras áreas, así como el personal que labora desde hace tiempo en la organización administrativa dentro de ésta, y eso se ve reflejado, pues además del orden tienen muy bien definidos sus procesos de pagos y en cuanto a la distribución del presupuesto que se le asigna al Poder Legislativo, por lo que pasar de una legislatura a otra no representará mayor reto que el que están acostumbradas en finanzas, porque dicho sea de paso son todas mujeres, y eso le brinda certeza a la Legislatura que habrá de asumir el próximo 31 de agosto.
Hoy será un día fundamental para muchos políticos que “pisarán” por primera vez el Congreso en calidad de legisladores, de todas y todos esperamos mucho, y esperemos que el diálogo prevalezca cuando haya que definir cosas positivas para los duranguenses.
