El sexenio de Andrés Manuel López Obrador, será recordado como el más polémico y controvertido de la historia de los presidentes de México. Su “estilo personal de gobernar”, polarizó y dividió en ocasiones a la sociedad mexicana. Por ironías del destino o por increíble que parezca, nos queda la duda, por los resultados que obtuvo Claudia Sheinbaum Pardo, no se reflejó tal polarización o división. Decimos esto, por los 36 millones de votos a su favor que echan por tierra esta teoría.
Derivado del segundo tsunami electoral, hoy tenemos en la cámara de diputados lo que se conoce como mayoría calificada y políticamente, el famoso plan “C””. Seguramente, usted ya estará enterado, de un momento a otro, el INE validará la controvertida mayoría calificada, por estar obligados a apegarse a lo que establece la constitución y no a interpretarla. En este contexto, en la constitución se puede leer que la distribución de las diputaciones plurinominales, debe hacerse por partido y no por coaliciones.
Esta es la manzana de la discordia entre una oposición que no tiene fuerza política frente a una 4T que nos recuerda los mejores tiempos del PRI. “Haiga sido como haiga sido” es un hecho que habrá mayoría calificada en la cámara de diputados y mayoría absoluta en la de senadores. En este tema, la 4T se quedará a solo tres escaños de alcanzar también, mayoría calificada en el senado. Por cierto, en ocasiones y llegado el momento habrá acuerdos políticos y no se sorprenda que, la 4T tenga en el senado mayoría calificada de “facto”. Ya nos daremos cuenta por enésima vez, que en política no hay imposibles y por servir a la patria, alguien tiene que sacrificarse.
Si fuera el caso, y hubiera la posibilidad de promover un recurso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como se ha declarado en paro, no habría manera de interponer una acción de inconstitucionalidad. Y hablando de mujeres y de traiciones, mucha gente piensa que el poder judicial está en “huelga”, y esto no es así, solo es un paro de labores con tintes políticos el cual podría traer consecuencias a la sociedad. Y ya encarrerado el gato, dicho paro del poder judicial, podría estar violando derechos humanos como el del acceso a la justicia a ciudadanas y ciudadanos, entre otros derechos.
Es muy probable que la reforma judicial se apruebe en San Lázaro en el mes de septiembre, antes de que López Obrador se vaya a su famosa casa en el sureste mexicano. De aprobarse dicha reforma, otra de sus consecuencias sería cuando llegue a los tribunales de justicia de los Estados. Llegado el momento, váyase preparando y no se sorprenda si el poder judicial en Durango declara un paro de labores. También los gobernadores, deben echar sus barbas a remojar, entre otras cosas ya no podrían poner a sus amigas y amigos, al frente de los tribunales de justicia.
