Griselda Álvarez de León, en 1977 se convirtió en la primera gobernadora del Estado de Colima. Pasaron desde entonces 47 años y por fin, México con Claudia Sheinbaum Pardo tiene su primera presidenta. Tuvieron que pasar 200 años, para que el machismo de la clase política mexicana diera paso a una mujer para ocupar Palacio Nacional. ¡Qué cosas tiene la vida Mariana o ironías de la vida! Fue un hombre quien le tendió la alfombra roja a una mujer, para llevarla a la presidencia de la República.
“Haiga como haiga sido”, para que Claudia se convirtiera en la primera presidenta de México, la voluntad política de llevarla al poder fue de Andrés Manuel López Obrador. AMLO, sin duda, el presidente más popular de la historia de este país, de entre Marcelo Ebrard, Augusto Hernández López y Claudia Sheinbaum se decidió por esta última. Durante su sexenio Andrés Manuel, mandó muchos mensajes de que en su momento, una mujer sería la candidata de la 4T.
Pudo haberse decidido por Marcelo un aspirante muy aceptado por la sociedad, no así Augusto Hernández López. Para muestra basta un botón los demás a la camisa: muchas mujeres que acompañaron a López Obrador durante su sexenio, algunas repiten en el gabinete de la presidenta Sheinbaum. Lo decimos desde ahora: no se sorprenda usted, si dentro de seis años veamos a otra mujer como candidata ala presidencia de la República por parte de MORENA.
Si López Obrador tuvo mucho que ver en el desenlace de la sucesión presidencial, fue gracias a su popularidad como presidente de México. Y aunque el hubiera no existe, cualquier candidata o candidato por MORENA, tenía el triunfo asegurado para llegar a Palacio Nacional. Los 36 millones de votos que obtuvo la actual presidenta de México, fue también la ratificación de la 4T rumbo a construir el llamado segundo piso.
Y ya encarrerado el gato, hay que tomar nota de muchos de los derechos de las mujeres que pronto se convertirán en ley constitucional. Por ejemplo, en el poder ejecutivo federal, en los Estados de la República y municipios, será una obligación constitucional que el 50% de los puestos sean ocupados por mujeres. Un dato más: en esos mismos niveles, ya no se podrá nombrar a un familiar directo como sucesora o sucesor, porque muchos Estados parecen monarquías constitucionales.