Tal parece que los errores en todo el proceso que se desarrolla como parte de las reformas al Poder Judicial, un día sí y otro también salen a relucir, pues no basta con que hace unos días Ricardo Monreal reconociera que los artículos 94 y 97 de la Carta Magna tenían definiciones distintas en cuanto a cómo se habrá de elegir al presidente de la Suprema Corte. Hoy el propio legislador federal morenista vuelve a reconocer que las modificaciones a las leyes secundarias, específicamente lo que concierne a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe), dos artículos se repiten.
Parece anécdota pero es real, errores que son básicos en el proceso legislativo, lo que habla de que todo se hizo “al vapor”, por la simple y sencilla razón de que los legisladores afines a la 4T buscaron darle ese “regalo” de despedida al ex presidente Andrés Manuel López Obrador, un “obsequio” poco común por cierto, es como entregarlo y tener que pedirlo de regreso porque está incompleto. Hay quienes incluso sí pensamos que los que tanto defendieron con “uñas y dientes” esta reforma, hoy ni siquiera encuentran una explicación convincente del error garrafal que cometieron.
Evaluación.
Aunado a todo lo anterior, los legisladores morenistas aprobaron las modificaciones a la Legipe sin la consideración de quiénes habrán de integrar los comités de evaluación, quienes serán los encargados de realizar las propuestas de los juzgadores que estarán en las boletas electorales, se supone que deberá haber tres, uno correspondiente a cada Poder de la Nación. Aun sabiendo eso, los diputados de la Cámara Baja se atrevieron a avalarla y enviarla al Senado de la República, para que éste a su vez, emita la convocatoria para los próximos jueces y magistrados que se supone deberán andar en campaña el próximo año.
Paridad.
Tampoco se determinó en dicha aprobación el tema de la paridad de género, pues en la actualidad la legislación federal ha propiciado que del total de las posiciones en juego, la mitad deberá ser para hombres y la otra mitad para mujeres, y se supone que en estas reformas a la leyes secundarias debería haber quedado estipulado y no fue así. Es verdaderamente reprobable que el país dependa de ocurrencias en el Legislativo, del abuso de la mayoría para hacer mal las cosas, y que después sean ellos mismos quienes tengan que hacer reformas a las reformas, o incluyendo artículos transitorios para medio solucionar. Me parece que eso no es por lo que México votó, pues en ocasiones se atribuyen “banderas” que no están acorde a la realidad.
“Caos”
La elección de la mitad de los juzgadores, quienes salieron insaculados por medio de la tómbola realizada en el Senado, será un verdadero caos, ni siquiera quienes la aprobaron saben cómo se desarrollará la elección, serán víctimas de sus propios “desatinos”. No basta con que el presidente de la Cámara Alta, Gerardo Fernández Noroña, hable de que es un proceso inédito en el que “todos estamos aprendiendo”, pues solo un parlamento en el mundo, el mexicano, aprueba reglas de elecciones sin tener la claridad en el desarrollo de las mismas. Ojalá que todo esto no se replique en los estados cuando se tenga que legislar también en la renovación de los Tribunales Superiores de Justicia.
Presidenta.
Ahora bien, será interesante ver hasta dónde la Presidenta Claudia Sheinbaum haya avalado estas modificaciones a las leyes secundarias bajo estas premisas que ya comentamos, porque sería muy extraño que “alguien” atrás de los legisladores morenistas, que por cierto se sienta superior a la propia Jefa del Ejecutivo, esté haciendo “travesuras”. Quizá viva en su rancho y quiera seguir imponiendo su “ley”. ¿Se lo permitirá la “inquilina” de Palacio Nacional, o ya va a dejar en claro quién manda en el país? No falta mucho para saberlo.