El calor de las campañas se va incrementando con el paso de los días, y para muestra la serie de dichos y hechos que hemos podido conocer, respecto a algunos señalamientos pero también por acciones claras de intervención de los funcionarios a favor de un partido o candidato; es importante dejar en claro que ningún servidor público de ningún nivel de gobierno debe buscar influir en el voto de los ciudadanos condicionando los apoyos que se brindan, ni tampoco intervenir en actos de campaña dentro del horario laboral, de ahí la importancia de que se respete la jornada laboral para que en su tiempo libre pueda respaldar a algún candidato de su simpatía. Se supone que así deberá ser.
Y es que todo esto viene a colación porque en tiempos de campaña todo es observado y debería ser denunciado y en su caso emitir una sanción por parte de la autoridad correspondiente, pero cuando solo se trata de evadir una fuerte responsabilidad del actuar de los funcionarios entonces todo se ve “a medias” o simplemente a conveniencia. Para ser claro, me llamó la atención lo que en su visita a la capital del estado dijo la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, al pedir que el gobernador del estado no meta “las manos” en la elección y que se permita el voto libre de los duranguenses.
El asunto es que previo a su discurso del arranque de campaña de su candidato en el municipio, ni siquiera quiso responder los cuestionamientos de los medios de comunicación en torno al caso de Jhonatan Jardines, delegado de Bienestar, acusado de querer que los trabajadores de la dependencia federal sean operadores y no simples “empleados”, o como dice el dicho “se ve la paja en el ojo ajeno”, es evidente que algunos políticos acomodan a su antojo la narrativa electoral que les conviene o que consideran generará la agenda, pero no es así, los ciudadanos pedimos claridad, y si de parte de Luisa María Alcalde tiene pruebas deberá presentarlas, así como quienes han señalado el actuar del funcionario federal.
Autoridad.
Desde luego la autoridad deberá atender cualquier tipo de denuncia en este tipo de casos, pues siempre es sabido que los intereses de las campañas involucran también la participación de los funcionarios; el problema es que difícilmente son sancionados, ya sea porque no hay denuncia formal y se hace solo pública, o porque falta endurecer más el actuar y las sanciones que promueven los órganos electorales, pues en muchos de los casos son multas que no superan un monto elevado o simples “amonestaciones”. Creo que en los hechos, de comprobarse que se influye en condicionar el voto, sí debería tener consecuencias para un partido o candidato.
PRI.
Me parece relevante que del lado del Revolucionario Institucional la estrategia es no “engancharse” en ese tipo de señalamientos, menos en que alguien de fuera les quiera venir a imponer la agenda, y se prefiere el trabajo, por lo menos así lo percibo en el caso de la dirigente estatal del tricolor, Daniela Soto Hernández, quien más allá de estar respondiendo, la hemos visto activa en la promoción y fortalecimiento de sus estructuras; tan es así que en estos días sostuvo un encuentro con alrededor de 350 líderes seccionales de este instituto político. No podemos dejar de lado la importancia de que todos los partidos fortalezcan esas estructuras, pues al ser una elección intermedia en la entidad, el llamado “voto duro” será determinante, de ahí que estos encuentros de la líder priista toman esa importancia.
Semana Santa.
Es normal que durante Semana Santa la mayoría de los partidos y candidatos busquen no interferir en las tradiciones religiosas, por lo que la intensidad electoral podría bajar, y me parece que se deberán estar diseñando diversas estrategias para que estos días no influyan en la dinámica de los 50 días de campaña, pero iniciando semana de pascua y hasta el 28 de mayo, volverán a caldearse los ánimos, principalmente en la disputa por la capital.
