Históricamente la participación de los electores en las elecciones intermedias en Durango, es muy baja, incluso cuando son a nivel nacional, los porcentajes disminuyen considerablemente, quizá por la apatía o el desinterés de los ciudadanos, o porque los candidatos difícilmente logran convencer al electorado para acudir a las urnas, pues mientras no sea un Presidente de la República o un Gobernador siempre ha existido y existirá ese desaire; por lo que en este tipo de procesos electorales es común que la estrategia de los equipos de campaña se centre en sus estructuras, mejor conocido como el “voto duro”, en referencia a quienes tradicionalmente sufragan de la misma forma.
Si bien esta tendencia con el paso de los años ha tenido variaciones, al ya no haber un partido hegemónico, las elecciones intermedias llevan inmersas este “condimento” adicional, trabajar las estructuras que están plenamente identificadas con los partidos y sus candidatos, como base de cualquier estrategia electoral, y lograr rescatar algo del voto de los jóvenes que van a participar por primera ocasión, porque el hecho de convencer al indeciso y aún peor, tratar de “jalar” a simpatizantes de otros partidos podría resultar una labor muy desgastante y con pocos resultados. Por eso la importancia de que aun en la época que no haya elecciones, estas estructuras sigan estando “aceitadas” para cuando se requiera su respaldo.
Toño.
Lo anterior lo menciono porque me ha llamado la atención el hecho del evento que el Revolucionario Institucional le organizó al candidato José Antonio Ochoa Rodríguez, en las instalaciones del tricolor, con 350 líderes seccionales, una estructura que este instituto político trabaja de manera permanente sobre todo en la gestión de apoyos para las familias de la capital. Anteriormente Acción Nacional, antagónico del PRI en muchos procesos, en esta campaña fue recibido nuevamente por la militancia en su propia casa, y fueron los representantes priistas de las diversas colonias y fraccionamientos quienes le refrendaron su respaldo en la búsqueda de la elección del mes de junio, sabiendo la importancia de esta candidatura común en la reiteración del triunfo que se dio el año pasado en la capital, de ahí lo relevante de este encuentro.
Daniela.
Me parece destacable la labor que realiza la dirigente estatal del PRI, Daniela Soto Hernández, así como todo el equipo que la acompaña, en cuanto a la construcción de una ruta que le permita a Toño Ochoa saber no solo que la estructura territorial del PRI está lista para trabajar a su favor, sino por el despliegue de movilización que ello implica, lo que terminará garantizando precisamente ese “voto duro” al que hemos hecho referencia, pues por las características de lo cerrado que podría estar esta elección, no se debe ni minimizar cualquier tipo de apoyo en lo territorial, máxime cuando se debería traducir en las urnas. La también diputada sabe que parte de los compromisos con Acción Nacional es precisamente eso, poner a trabajar la “maquinaria” en búsqueda de las presidencias municipales, como el caso de la capital.
PAN.
Lo mismo deberá estar trabajando la dirigencia estatal del PAN, con Mario Salazar y su equipo, pues tradicionalmente la estructura panista se moviliza sola, por lo que solo restará generar el compromiso de que se traduzca en votos el día de la jornada comicial. En el caso de este instituto político el diseño de su estructura territorial está hecha de manera distinta, en relación a cómo lo hace el PRI, pero al final de cuentas es igual de importante que se mantenga “aceitada” pues las cosas en cualquier campaña no pueden darse por hecho, hasta que se hacen, por lo que ambos partidos deberán estar pensando en también auditar el desarrollo de sus “maquinarias” para evitar la simulación, cosa que s presenta en todos los partidos y en todos los procesos. Ningún candidato deberá estar confiado.
