Todo parece indicar que el próximo lunes se estaría sometiendo a votación, y por supuesto para su aprobación por la mayoría morenista y aliados, la propuesta de la Presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, por la que se crearía una nueva Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión, misma que ha causado diversos puntos de vista en torno a que con ello se está buscando coartar la libertad de expresión en nuestro país a los medios de comunicación, que son concesionarios en cuanto al uso del espacio aéreo. El asunto es que como es una costumbre durante esta Legislatura en el Congreso de la Unión, sin estudio, sin revisión y sin análisis de fondo, se turnó a las comisiones correspondientes y pasará “fast track” primero en la Cámara Alta y posteriormente, como cámara revisora, en San Lázaro.
Dicha iniciativa, que contiene más de 300 hojas, establece tres elementos que en lo personal me han llamado más la atención; el primero en relación a una supuesta regulación de las redes sociales, donde se ha interpretado que no se podrá criticar el actuar del Gobierno Federal, algo que incluso en la “mañanera” de ayer la propia Sheinbaum Pardo indicó que había sido un error y que se habría de corregir, pues aseguró que está en contra de limitar el derecho que tenemos los mexicanos a expresarnos libremente. El asunto es que ojalá sus palabras encuentren “eco” dentro de la “pandilla” legislativa que encabeza Adán Augusto López, para en realidad modificar la iniciativa del Ejecutivo, y simplemente se va por la libre.
Agencia.
El segundo punto que considero importante, es que se establece que se crearía la Agencia de Transformación Digital, donde supuestamente hará las funciones del extinto Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), y desde esta nueva dependencia se catalogará el actuar de los medios de comunicación, con facultades importantes junto a la Secretaría de Gobernación. Siendo claros, me parece que solo es una salida inmediata al enojo que existe desde Palacio Nacional por la serie de promocionales emitidos en dos televisoras nacionales pagados por el gobierno de Estados Unidos, donde prácticamente se amenaza a los mexicanos a nos buscar cruzar de manera indocumentada, y ello generó la creación tanto de la iniciativa enviada al Senado, como la creación de esta agencia.
Mensajes.
El tercer punto de esta propuesta de la Presidenta que considero relevante, es lo que se refiere a esta prohibición para que los medios que utilizan el espacio aéreo mexicano no emitan mensajes de ningún otro país, salvo en temas de turismo y cultura, es decir, estos “promos” del gobierno de Trump no estará permitido pasarlos, pues se interpreta que es una violación a la soberanía nacional. Quizá en este punto sí podrís estar de acuerdo en algunos detalles, pues incluso me parece que hasta por ética las principales televisoras en el país deben anteponer el apoyo y respaldo hacia los mexicanos por encima de amenazas de otras naciones, por mucho ingreso que ello les pudiera representar en cuanto a la venta de publicidad. Pero es algo que debe analizarse a detalle y no “al vapor” como piensan hacerlo en el Senado.
Multas.
Dentro de estos puntos que analizamos, se está considerando que habrá multas de entre el 2 y el 5 por ciento del total de los ingresos para las televisoras que lleven a cabo estas prácticas. Creo que es una decisión un tanto cuanto radical, pues me parece que la mejor solución es que prevalezca el diálogo antes de querer imponer una ley quizá por “venganza”, y no dudo que hay quienes piensen que pudiera estar justificado, y lo único que se va a generar con esto es que los medios más importantes como Televisa y Tv Azteca inicien una “batalla” mediática y legal con el Gobierno Federal, de donde nadie podría salir ganando.
Ojalá la cordura pueda llegar del lado de la Presidenta de México, porque por parte de los legisladores federales difícilmente podrían moverle una “coma” siquiera a esta iniciativa, tal cual acostumbran.