Al haber solo dos estados con procesos electorales, toda la atención está puesta en ellos. Veracruz, como quiera que sea, es territorio guinda, y seguramente así seguirá. Durango se ha resistido a las más intensas inundaciones cuatroteístas, implementando de manera efectiva diversos planes de contingencia. Luego del tsunami del 2018, el sistema meteorológico del Ambiente Político pronosticó una tormenta en 2019, pero fue todo lo contrario. El sol en todo su esplendor iluminó el cielo de priistas y panistas, inclusive el de emecistas, al tiempo que una nube gris cubría el cielo de la 4T, que paradójicamente, atravesaría por una sequía en las urnas. La elección del 2025, necesariamente debe compararse con la de aquel 2019, desde luego, considerando las variaciones derivadas del cambio climático de la operación política, en las que mucho tienen que ver, precisamente, las actuales dirigencias, tanto estatales como nacionales.
En el caso de Toño Ochoa, el acompañamiento de los Comités Directivos Estatales del PRI con Daniela Soto Hernández y del PAN con Mario Salazar Madera, es más que evidente. Desde la dirigencia tricolor, Daniela Soto ha desplegado una estrategia de trabajo territorial permanente. Cada candidata y candidato a regidor, con sus respectivos equipos de trabajo, diputados locales y federales, han asumido la campaña como si dependiera exclusivamente de ellos el triunfo, mostrando un compromiso real del priismo con la alianza “Unidad y Grandeza” que encabeza Ochoa Rodríguez. Además, Daniela ha puesto en su justa dimensión la salida de algunos expriistas, anunciados como el huracán “Guerrero” y el ciclón “Jiménez”, que en realidad, no pasaron de ser una ligera llovizna.
Mario Salazar ha logrado unificar poco a poco a las diferentes corrientes y liderazgos panistas, entorno al proyecto de Toño Ochoa. De hecho, él mismo anunció que el panismo de la “vieja guardia” en breve se habrá de integrar a las labores proselitistas, garantizando un clima de unidad y cierre de filas activo durante la segunda fase de la campaña. No solo las candidatas y candidatos, también legisladores locales y federales, así como liderazgos plenamente identificados en el blanquiazul, recorren el municipio con lluvias puntuales en la zona urbana y rural, posicionando las acciones que han definido la administración de Toño Ochoa. La labor de Daniela Soto y Mario Salazar, ha sido fundamental en el proyecto de priistas y panistas, de manera acertada en la figura de candidatura común, en un solo recuadro que aparecerá en la boleta, como dijo Toño: “a la izquierda, arribototota”.
El próximo fin de semana estará el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, de nuevo en Durango para apoyar a Toño Ochoa. Mucho se le puede criticar al famoso Alito, pero su acompañamiento y presencia en la entidad, es incuestionable. Respecto a Jorge Romero, jefe nacional del PAN, hay ciertos nubarrones con tormentas eléctricas por su ausencia, aunque ya se anunció su visita para este viernes 16 de mayo, junto con una buena comitiva de legisladores y alcaldes panistas de diferentes partes de la República Mexicana, para sumarse a la campaña de Toño. Aunque, hay que reconocer que la representación del CEN a través del diputado Ernesto Sánchez, ha sido tan constante como efectiva en la operación política, que mantiene un clima templado en el blanquiazul, con un cielo despejado y rachas de viento favorable, -aseguran ellos-, para el primer domingo de junio.
