Cuando todo indicaba que la aprobación de la nueva Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión se habría votar ayer lunes 28 de abril, resulta que a propuesta de la Presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, el Senado ha anunciado que postergará dicha votación hasta haber escuchado todas las voces en relación a este tema, pues la propuesta que envió a la Cámara Alta ha sido fuertemente criticada por diversos sectores de la sociedad y los medios de comunicación; se habla de que la intención será “enriquecer” la iniciativa mediante algunos foros.
Si bien la iniciativa, que ya analizamos en este espacio, tiene puntos donde seguramente la oposición y algunos detractores coinciden, como el hecho de prohibir mensajes intimidatorios por parte de otros países, como ocurrió con el mensaje de Kristi Noem, Secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, donde de forma intimidatoria pide a los mexicanos no cruzar la frontera de manera indocumentada, la principal objeción ha sido en torno al proceso legislativo que se siguió en el Senado, pues se recibe un día en la noche, al día siguiente se le da entrada y turnada a las comisiones unidas para su análisis y en “fast track” la aprueban sin siquiera haberla analizado; eso es lo que realmente ha generado incertidumbre en cuanto a la forma, pues en el fondo seguramente hay artículos rescatables.
Simulación.
Creo que es una buena decisión por parte de Sheinbaum Pardo, solicitar detenerla hasta escuchar todas las voces, el asunto es que fue exactamente lo mismo con la reforma en materia judicial, donde me parece que fue una verdadera “simulación” el haber pedido lo mismo que está solicitando ahora, no avanzar en cuanto al análisis y aprobación hasta la realización de foros, que terminaron sirviendo de absolutamente nada, pues la reforma Constitucional que generó la elección al Poder Judicial por la que hoy atravesamos no tuvo ningún cambio, no se escucharon esas voces de los especialistas, a pesar de que todos los expertos coincidieron en que la justicia en México deberá ir modificando en algunos rubros. El caso es que esto suena a que será lo mismo, dejar el dictamen de las comisiones en la “congeladora” para calmar las críticas y luego aprobarla.
Mayoría.
Y es que al ser una nueva Ley se requieren las dos terceras partes de las cámaras del Congreso de la Unión, que sin problema Morena y sus aliados la tienen, así como la mayoría más uno de los congresos estatales que también necesitarán la mayoría calificada, donde además el partido en el poder tiene el control legislativo en las entidades como para pasar de forma inmediata cualquier reforma o creación de nuevas leyes, como el caso de la que hemos hecho referencia. Si bien no podemos negar que es un buen mensaje de la “inquilina” de Palacio Nacional, creo que aplicará los mismos pasos, pues al menos en esta Legislatura Federal no requieren de la oposición para hacer y deshacer, gracias a la confianza que les dieron los mexicanos.
Pandilla.
A partir de esta semana veremos también si la “pandilla” legislativa, liderada por Adán Augusto López en el Senado de la República y Ricardo Monreal en San Lázaro, atienden esta sugerencia o indicación de la Presidenta de México, pues no podemos tampoco negar que ellos han construido su propia agenda política, mediática y legislativa, atendiendo instrucciones no sabemos de dónde, o quizás sí. Y de aplicar lo que dijo Claudia Sheinbaum de que sean escuchadas las voces, la aprobación en el Congreso de la Unión podría darse incluso en un periodo extraordinario de sesiones, dado que este periodo estará concluyendo el próximo 30 de abril, a no ser que esta “pandilla” la aplique antes de que concluya, todo puede pasar con los impredecibles personajes de la 4T que mandan en las cámaras.