Este proceso electoral tiene varios ingredientes inmersos que son de suma importancia no solo para la clase política, sino también para los ciudadanos, pues en el caso de las dos principales alianzas que se estarán enfrentando específicamente en el municipio de la capital, los electores tendremos la posibilidad de calificar el desempeño que han tenido los candidatos punteros, pues ambos con la experiencia de haber sido ya presidentes municipales, existe un referente importante para evaluar nuestro sufragio en las urnas, y no solo dejarnos llevar por colores políticos, sino por el desempeño.
Desde luego también va implícito el desempeño de los gobiernos de Morena, PRI y PAN, pues en los tres ámbitos de gobierno estos tres institutos políticos tienen una ventaja, el caso del Gobierno Federal, el Estatal y en el municipio de Durango ha prevalecido un mayor porcentaje de votos para el panismo, y de ahí se desprenden las acciones que todos y cada uno de estos entes gubernamentales han desarrollado, incluyendo los programas sociales que hoy son como la “bandera” de algunos candidatos y colores partidistas; porque desde luego no es cosa menor que el objetivo de la creación de estos apoyos sociales, de manera natural se generen respaldos que a la postre se conviertan en votos. Desde luego la intención de quien pretenda realizar estas prácticas estaría cayendo en un delito electoral.
Narrativa.
Y es que la narrativa electoral que han implementado desde Morena, por solo poner un ejemplo, nos deja en claro que en cada proceso electoral es más difícil criticar a sabiendas de que también se puede ser juzgado; es muy sencillo de demostrar. En una de sus recientes visitas a nuestra entidad, la dirigente nacional de este partido, Luisa María Alcalde, ha critica fuertemente la entrega de apoyos como la tarjeta madres, entregada por el Gobierno del Estado a las mujeres, asegurando que son acciones “electoreras”, cuando a nivel nacional los apoyos que la Federación otorga, y que incluso he reconocido, también se vuelven objeto de esa “bandera” para atraer votos, vamos, esto tiene un efecto “boomerang” de forma casi inmediata, pues no iríamos tan lejos para recordar que quien ha condicionado y tratado de generar ventaja con estos apoyos en Durango, es el propio delegado de Bienestar.
Capital.
Incluso en la capital del estado, el abanderado de Morena y el Partido Verde Ecologista, literal porque el Partido del Trabajo no se ha sumado, habla en sus promocionales de lo que el actual gobierno municipal prometió y dejó de hacer, cuando no hace mucho también se podrá valorar lo que en su gestión se pregonó sin obtener resultados contundentes, de hecho cuando llegó a la administración municipal promovido por Acción Nacional, hoy desde el morenismo parece que no forma parte del pasado. Por eso importante que todos los partidos y los candidatos valoren bien los argumentos que habrán de utilizar en campaña, no por ética ni por dignidad, sino porque todo eso termina siendo rechazado por el ciudadano y le genera apatía para participar en las elecciones bajo el argumento de “todos son iguales”
Coherencia.
Ojalá fuera obligatoria la coherencia entre la clase política, pero desafortunadamente no es así y lo vemos en los cambios constantes de “camiseta” de acuerdo a intereses personales, y en cada elección es exactamente lo mismo. Justificado o no, creo que estamos aún muy lejos de tener representantes que cumplan con ese cualidad. Por eso en el análisis de las propuestas es necesario que también se valore esta virtud de la coherencia, pues se trata de otorgarle la confianza en quien sí haya cumplido lo que ha prometido, entendiendo que tres años son suficientes por lo menos para marcar el rumbo de un gobierno, pues en el terreno administrativo el tiempo “vuela” y al final es insuficiente, pero saber y conocer quién ha sentado las bases de acciones que beneficien a la sociedad.
Ahí estará la clave.
