El conflicto en la UJED viene de lejos, es consecuencia de la confrontación por el poder desde 1988. Rubén Vargas intento enderezar el barco, apegarse a la ley orgánica, transparencia no solo en el manejo del subsidio, también claridad en los ingresos propios de la UJED, con un proyecto de universidad que hasta ahora no existe. Le respondieron con represión, tuvieron que ampararse contra ordenes de aprensión. Creemos importante no olvidar esta gesta universitaria, era la oportunidad de darle un nuevo rumbo a la Alma Mater, los intereses perversos lo impidieron.
Una universidad desestabilizada, tiene siempre latente el conflicto, y más si los factores de desestabilización en lugar de atenuarse se acentúan.
Hoy, el elemento detonante es el intento de que maestros y trabajadores paguen el Impuesto Sobre la Renta (ISR), que desde hace décadas la administración, ante la caía del salario de los trabajadores, lo viene cubriendo. Preguntamos a algunos fiscalistas si el que se subsidie el pago del ISR, es un delito.
Su respuesta fue negativa, delito es no pagarlo, y si un patrón quiere ayudar al trabajador pagándole este impuesto, o el del Seguros Social o Infonavit, como una manera de ayudarlo, lo puede hacer, ya se buscarán los mecanismos para que el pago aparezca a nombre del trabajador.
Para defender su salario, dos sindicatos académicos y el administrativo: STAUJED, SPAUJED Y STEUJED, como medida defensiva, tomaron este domingo el edificio central de la universidad.
La argumentación de la alianza sindical desborda el asunto del ISR: abordan gastos onerosos, puestos de confianza heredados, más los que se ha agregado esta administración, la creación de unidades culturales para dar trabajo a amigos y a sus familiares. Premios que repercuten en ingresos altos para quienes apoyaron la elección de Rubén Solís. Altos salarios de los funcionarios con los que ya se están jubilando. Por falta de espació solo mencionamos estos casos.
Las Redes Sociales son un espacio para que se expresen maestros y trabajadores; la respuesta de rectoría es débil y poco creíble. En un comunicado, rectoría dice que es una obligación pagar impuestos, los sindicatos no lo niegan, lo que no aceptan es que ahora, en una universidad sin transparencia, se les quite este subsidio que impacta en su salario.
Rectoría afirma que el costo del subsidio es de cincuenta millones de pesos. Qué pena que el Rector no pueda gestionar este recurso, cuando el gobierno del estado le adeuda más de trecientos millones y el rector no ha mostrado ninguna energía para reclamarlos.
Desde que empezaron los conflictos en la universidad, la senadora Margarita Valdez, que fue la que primero presentó en los medios a Rubén Solís como candidato a rector, ha guardado silencio, la señora Valdez lo candidateó, lo apoyó, le juntó votos y ahora lo deja “colgado de la brocha”, que pena.
Las dos semanas de asueto, los administradores de la universidad los tomaron de vacaciones, sin importarles la crisis que se les venía encima, y haberse puesto a chambear, buscando opciones y propuestas. Incluso, se habla que uno de los “asesores” en una reunión dijo que después de Semana Santa se iba a olvidar todo, de ese tamaño es la capacidad mental de los administradores de la universidad.
En pleno proceso electoral, el conflicto le va a rebotar al gobernador; lo mejor que podría hacer, es pagar lo que deuda su gobierno a la universidad. O no.
