Una de las críticas que he escuchado durante la presente campaña que ya está en término y que más me llamó la atención, es que al candidato Esteban Villegas, no se le ve “tan priista”. Hay algunos, que incluso, se han atrevido a decir, que se ha olvidado del partido tricolor y sus compañeros, lo cual es del todo falso; el candidato no ha dejado de estar en contacto con la militancia priista, los eventos y reuniones han sido recurrentes, incluso la cantidad de visitantes de las más altas esferas de este instituto político no han cesado a lo largo de la campaña y bien vale la pena, analizar algunas cuestiones dignas de anotar respecto a la alianza Va Por Durango.
Esteban Villegas y José Antonio Ochoa, han sabido mimetizarse con los partidos que conforman la alianza a la que ambos pertenecen, esto es digno de reconocerse; recordemos que esta sociedad llegó a ser impensable en algún momento de la historia política de nuestro país. Esteban, ha sido adoptado por el panismo como su candidato; los vítores, las camisas azules, el portar la mano en alto sujeta por el mismo Marko Cortés en más de una ocasión, es sin duda, algo atípico y quizá, es un fenómeno que, a nivel nacional, solamente se haya dado en Durango. Probablemente para los propios panistas, les haya generado desconcierto, pero el ánimo popular es algo que no se puede trucar y en ese, permeó Villegas Villarreal. De igual manera, lo hizo José Antonio Ochoa, pero con la marca ajena, ya que también se le ha visto cómodo entre las células tricolores, muy presente con las estructuras de las colonias donde los liderazgos son añejos y que, en algún momento les hicieron gestos, increíble es pues, que ahora ahí mismo, las porras resuenan por un panista que representa a todas y todos esos priistas.
Insisto en que es difícil de manipular estos elementos, claro que podrán incitar la percepción, sin embargo, este fenómeno no ha sido igualmente percibido en la alianza del frente, donde la dupla entre Marina Vitela y Gonzalo Yáñez, no han mostrado química ni cantando aquella melodía que hiciera famosa Marisela, “la pareja ideal”. Por un lado el candidato a la alcaldía, pide el voto solamente por su partido y para justificarlo, han dicho que es estrategia; por el otro, Vitela, se ha mostrado muy pendiente de lo que sucede en Gómez Palacio, dónde ahí sí, se percibe un apoyo por su sucesora Betzabé Martínez, es allá, donde se han concentrado esos recorridos mano a mano.
Es pues de llamar la atención, que exista una crítica hacia Esteban Villegas de lejanía a su partido; cuando además de los elementos antes mencionados, el propio candidato, se ha pronunciado con discursos de invitación a regresar a las filas del priismo a todos aquellos que sí se alejaron en algún momento y que hoy, quizá no se sientan bienvenidos, a ellos les ha tendido la mano. Ahora por el contrario, sí ha sido firme respecto a las traiciones y a la poca memoria que algunos personajes han mostrado disfrazada en ataques, a lo que alguna vez aplaudieron y de donde también vivieron. Quizá las críticas de allá vengan, o también puedan encontrarse en los celos y ya saben lo que se dice, que la envidia y los celos, no son vicios ni virtudes, sino penas.
