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Una crisis tras otra y el respiro social de la Fenadu

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El curso que tomó el gobierno de José Aispuro Torres desde el principio no fue fácil, ha sido una crisis tras otras, con protestas de todo tipo, desde burócratas hasta ciudadanos inconformes que le dieron al mandatario y su equipo más de un dolor de cabeza, y es que han enfrentado desde exigencias de cumplir compromisos de campaña, el llamado “Sedeco-Gate”, que derivó en la salida del titular de esa dependencia, la entrada de un Congreso del Estado de oposición que sí fue crítico y de verdad hacía su trabajo, hasta los levantamientos de los trabajadores en Salud y Educación, asì como más recientemente los de los Tres Poderes.
Ahora, las autoridades tienen que actuar, dar resultados y tomar las medidas de seguridad necesarias por el asesinato del Médico pasante Erick Andrade, en El Salto, Pueblo Nuevo, ya que las universidades retiraron a sus alumnos y el personal de la SSD exige garantías para que no se repita, no sólo con los estudiantes, sino con todos los trabajadores de este sector.
Y este terrible hecho no pudo llegar en peor momento para Aispuro, quien enfrentaba de por sí el escarnio público por la falta de justicia en algunos casos como el asesinato del trabajador del IMSS, Jesús Rodríguez García, la violación de Ivanna Soto, la violación de Sofy Cabrales, entre muchas otras, que también causó baja para la titular de la Fiscalía; pero que no quedó ahí, todo ha escalado al grado que el mandatario amenazó con actuar contra el periodista Iván Soto, padre de una de las víctimas, achacándole la omisión de cuidados de su hija al momento del delito, mientras los perpetradores del crimen siguen libres, por lo que tuvo que buscar apoyo fuera de Durango para no ser perjudicado ¿Quién le dio esa idea al Gobernador? Ó ¿Por qué no le dijeron que no hiciera eso?
Ahora, ese exabrupto de Aispuro Torres deriva en un proceso en su contra de las autoridades federales por las amenazas al periodista, lo que nos pone sobre la mesa el mejor ejemplo de la peor manera de terminar un sexenio, en medio de una crisis, generar otra y que después les caiga otra, todo ello, entre muchos otros temas, ya estigmatizó el gobierno aispurista como el peor en la historia de Durango, pero por fin, aún no sabemos cómo terminará todo esto.
Por otro lado, entre tanta crisis y después de dos años de pandemia, regresaba la Feria Nacional Durango, que implicaba un respiro social, una forma de despejarnos y recuperarnos de estos últimos y muy complicados años donde las crisis de todo tipo causadas por la pandemia y el encierro, así como la pérdida de seres queridos, aunque ahí viene el “pero”.
Este año, la Fenadu, que de por sí nunca cumple en cartelera para todos, ahora también luce muy vacía en cuanto a expositores o vendedores en diferentes áreas y los pocos que asistieron han tenido que aumentar los precios, debido a que a ellos les incrementaron los costos de los espacios y cambiaron el modelo de cobro por lugar a cobro por metro cuadrado, por lo que algunos de ellos señalan que tuvieron que pagar el doble, pero no sólo eso, ahora hasta hay exclusividad para tener que comprarle a proveedores que venden la materia prima hasta al doble de su precio original y quieren obligar a los comerciantes de comida a pagarlo así.
El incremento para los comerciantes en la Fenadu, implica forzosamente un incremento en precios para nosotros, además de que esto no abona en nada a la recuperación económica para ellos ni en la distracción y variedad para nosotros, entonces ¿Es una Feria social o recaudatoria?

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