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DURANGO, TIERRA DE ARTISTAS E IDENTIDAD DE VALOR UNIVERSAL QUE SOCORRO SOTO DESPRECIÓ Y NINGUNEÓ…PERO NO TIENE LA CULPA EL INDIO

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Los creadores y el arte duranguense son brillo fulgurante de nuestra tierra. Hasta antes de septiembre del 2016, fecha en que inició el nefasto gobierno de José Aispuro Torres, los duranguenses de todas las edades, participaban en concursos, torneos, festivales y todo tipo de certámenes, no para obtener premios, sino para satisfacer esa vena del arte y la cultura que llevamos las y los duranguenses desde generaciones anteriores. Hasta antes de septiembre del 2016, los artistas y el arte duranguense eran brillo fulgurante de nuestra tierra, reflejo de los rasgos de un pueblo que aspira a ser próspero porque es muy trabajador. A pesar del casi inexistente y mediocre trabajo de la señora Socorro Soto al frente del Instituto de Cultura del Estado de Durango, seguimos siendo un referente artístico y cultural a nivel nacional, pues los duranguenses no se cansan de buscar la conservación y el enaltecimiento de las tradiciones, costumbres, identidad y raigambre de nuestro estado, más allá de nuestras fronteras territoriales. Uno de los tantos ejemplos del desdén que mostró la supuesta guerrera de la cultura Socorro Soto, por mejorar el entorno, fue cuando una logia masónica del Estado de México se enteró del anuncio que hizo el gobernador Doctor en Derecho de la creación de un museo dedicado a Guadalupe Victoria. Ofrecieron al gobierno del Estado vía ICED, la banda masónica que portara en sus rituales el primer presidente de México en la irrisoria cantidad de 50 mil pesos. Socorro Soto despreció la histórica prenda aduciendo que era un trapo viejo que no tenía valor. Afortunadamente el que esto escribe se enteró y de inmediato puso al tanto a la logia Guadalupe Victoria de la existencia del objeto, fueron ellos los que adquirieron la banda que actualmente está bajo su resguardo. Junto con el acta de nacimiento y la fe de bautismo de Doroteo Arango, quizá la banda masónica de Victoria sean los objetos históricos más valiosos que tenemos los duranguenses. El tan anunciado museo solo quedó en promesas y cuando se instale, será un espacio que muestre copias de copias, mientras que el trapo viejo que desdeñó la señora Soto Alanís, se perdió por falta de sensibilidad, por no decirlo más feo. Pero ella no es la única culpable, el principal es quien le dio el cargo, un gobernador que presume de ser Doctor en Derecho, que en su vida ha escrito un libro o realizado una investigación que valga la pena leer, que carece de mediana cultura general y cuando habla tartamudea y se pone nervioso, pero sí en cambio, se sabe de memoria las canciones del Julion Álvarez y Los Tucanes de Tijuana. Este señor fue el culpable que en materia cultural y artística, el tiempo se detuviera en Durango por seis años, no pasó absolutamente nada bueno en este periodo, por el contrario, hubo corrupción, desfalcos, opacidad, desvió de recursos y nepotismo, a cambio de aburridos e inservibles poemas que Socorro Soto iba a recitar a la ciudad de México con gastos pagados junto con sus incondicionales, que por cierto, fueron más de cien nuevos aviadores que la señora garrera de la cultura metió a nómina y que aportan lo mismo que nada y solo iban a cobrar cada quincena,… y luego se preguntan porque estamos quebrados. Somos por naturaleza, una tierra de artistas que plasman su creación a través de la identidad de los municipios y comunidades que conforman nuestra entidad por medio de lienzos, palabras escritas, trazos, notas musicales, aromas, sabores e hilos que forman redes y hacen de nuestro territorio un espacio de artistas de incesante creación. Vienen tiempos mucho mejores, la pesadilla quedo atrás, fueron seis años de mucho aguante, estamos seguros que después del 15 de septiembre, Durango recobrará su brillo a través del talento de sus creadores.

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