Hasta el viernes pasado, una parte importante de los simpatizantes. militantes, y dirigentes, de #Morena, se veían incongruentes, y es que este partido estatutariamente se definía como un instituto político de izquierda. Sin embargo sus huestes, emanaron en gran medida de partidos y organizaciones, confesionales y de derecha, muchos provienen de Acción Nacional, otros tantos, surgieron del ala más conservadora del PRI, también de organizaciones ultraconservadoras como el Yunque y hasta partidos confesionales como el PES, quien por cierto su propietario Hugo Eric Flores, buscará obtener por tercera ocasión el registro como partido.
La verdad es que este instituto político, que se define como movimiento; aunque reciba prerrogativas de partido, nació, creció, evolucionó, y mantuvo como única razón de su existencia: llevar a Andrés Manuel López Obrador, a la primera magistratura del país, y no solo se logró el objetivo, sino que hicieron de AMLO un mandatario muy poderoso, incluso más que en los tiempos de la hegemonía del PRI, porque ahora cuenta con el apoyo de la mayoría del electorado, cosa que no sucedía en antaño. También #MORENA es un partido tan poderoso o más que el viejo PRI, solo que carece del pensamiento uniforme, la disciplina castrense, y los estatutos formales del tricolor. Ahora no tienen a un Caudillo a quien llevar al poder, pero el principal objetivo es conservarlo, además de acrecentarlo, buscando ganar los procesos electorales del 2023, pero sobre todo el 2024, con un liderazgo palomeado por #AMLO que según su visión, sea capaz de continuar con la #CuartaTransformación.
La auto / definición, que se da #MORENA, es cómoda para los que se identifican con la izquierda, principalmente para los ex perredistas, recordemos que a pesar de la existencia de tribus, el partido del “Sol Azteca” fue formado por gente que se ubicaba en la izquierda, surgidos de: la corriente democratizadora del PRI, el PMS, el PST, el PSUM, el PMT, PPS, etc, además de organizaciones no partidistas, pero por supuesto con un antagonismo ideológico que se da de forma natural y sin interés de militancia para la derecha. A diferencia de esto, #MORENA, incorporó de dulce, de chile y de manteca, una verdadera Torre de Babel.
Los estatutos del partido guinda decían: “Morena es una organización política amplia, plural, incluyente y de IZQUIERDA”. Pero el sábado pasado en el Tercer Congreso Nacional Ordinario del partido, se autorizaron cambios a sus estatutos, para dejar de ser un partido de izquierda y convertirse en un instituto político que impulsa la 4T. Con una definición tan larga como cómoda y ambigua: “ Morena es un “partido-movimiento político de mujeres y hombres libres que impulsa la cuarta transformación de México y que busca dar continuidad a las luchas históricas del pueblo mexicano en favor de la independencia y la soberanía, la democracia y la justicia, las libertades y los derechos individuales y sociales”. Ahora si todos caben, si los lineamientos son incompatibles con la ideología, lo más pragmático fue; cambiar los estatutos, pero no la ideología de los morenos.
En días pasados se renovaron los CDE en MORENA de las 39 entidades federativas, narrar el cúmulo de anomalías que los propios militantes describieron como un cochinero, sería redundar en algo por demás conocido. La esperanza para los inconformes estaba en que fueran desconocidos cuando existiera una nueva dirigencia nacional. Sin embargo la esperanza terminó, pues en el pasado congreso nacional, se amplió el mandato de quienes avalaron los nuevos comités. Mario y Citlalli prolongaron su dirigencia en Morena, hasta el 2024 y además que Durazo fue electo presidente del CEN en sustitución de Bertha Luján opositora a Mario Delgado. Respecto a las corcholatas, destacó la presencia de Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, que contrastó con la ausencia de Marcelo Ebrard, y por supuesto la del casi ex moreno Ricardo Monreal.
A pesar de la amplia ventaja que tiene Ebrard en las encuestas, Parece que #AMLO tiene otros datos.