Un delito de peculado tan escandaloso, como el cometido por varios funcionarios en la pasada administración del gobierno den José Aispuro Torres, debe tener cómplices en diferentes grados, como: quienes eran retribuidos para que guardaran silencio, quienes sabían y callaban por temor al despido, quienes podían haber denunciado sin ningún riesgo y callaron, quienes se beneficiaban, etc.
Esta madeja de funcionarios mayores y menores, con diferente grado de responsabilidad, forman parte de un entramado de corrupción e impunidad que esta lesionando a miles de trabajadores y proveedores en el estado.
Es necesarios que las investigaciones que se hagan, den a conocer no solo el monto de los delitos, también la estructura y participación que se usó, no solo dar a conocer peces grandes que se refugian en Canadá, España o Israel. Ni hacer únicos responsables a modestos trabajadores, chivos expiatorios, que no pueden huir ni a la Ferrería.
Las condiciones económicas del estado no han variado desde que se dijo que: “si el estado financiero del gobierno, se comparaba con un hogar, se estaba a punto de perder la casa”. Desde que el grupo de recepción de la administración del gobernador Esteban Villegas, empezó a filtrar los factores que presagiaban un terrible problemón financiero, han variado, solo para dejarnos más sorprendidos.
Cuando sostenemos que los gobiernos se deben ciudadanizar, es precisamente para que haya candados y supervisiones externas permanentes, porque es claro que los organismos internos de control y vigilancia sirven para tres cacahuates, son parte del entramado delictivo por omisión o participación.
No se puede ni debe minimizar el problema, en la UJED corren riesgo los salarios y prestaciones por el adeudo que tiene el gobierno del estado. Los municipios pueden suspender la actividad administrativa por falta de recursos. Los maestros quizá para diciembre no logren obtener sus retenciones.
Los trabajadores burócratas están en la cuerda floja, con el riesgo de que se les suspenda salario. Si a lo anterior agregamos los adeudos a los proveedores, estamos hablando de un problema mayúsculo.
Los trabajadores pueden soportar injusticias y arbitrariedades, lo que es criminal, es que se juegue con su salario, único ingreso familiar en la mayoría de los casos. Esto hace que el estado este en un barril de pólvora con la mecha encendida, no se debe descartar una inestabilidad social.
¿Cuáles son los escenarios probables?: Los maestros volverían a realizar acciones de presión para recuperar lo que les pertenece, se volverían a suspender clases en las escuelas estatales, se unirían maestros y administrativos del sistema CADI, a quienes no les pagan.
Los maestros, administrativos y jubilados de la UJED, emprenderían acciones para que se cubran salarios y prestaciones si se les quieren suspender.
Los empresarios, ante la falta de cumplimiento de los compromisos económicos del gobierno del estado, se podrían ir a una huelga de pagos estatales y municipales.
Las presidencias municipales, podrían suspender actividades ante la falta de recursos. Son escenarios probables que deberá valorar el gobernador del estado Esteban Villegas, qué si bien no es el culpable de este quebranto financiero, deberá, a nuestro juicio, buscar el apoyo social para obtener recursos suficientes para salir de la bronca, antes que la misma sociedad lo rebase. O no.
