Inicio Artículos de Opinión EN EL MES DE LA REVOLUCION MEXICANA, RECORDEMOS A UN TITÁN LLAMADO...

EN EL MES DE LA REVOLUCION MEXICANA, RECORDEMOS A UN TITÁN LLAMADO PORFIRIO DÍAZ

487
0

La palabra porfiriato no solo es cacofónica, sino además farsante, agresiva e injusta. Regularmente se pronuncia en un tono despectivo por individuos que consideran que, al emplear esa palabreja, denigran al hombre que con acentradopatriotismo defendió a la patria, gobernó con demostrada honestidad a México durante treinta años, aceptó su derrota en mayo de 1911 y se exilió para no estorbar el movimiento revolucionario. El caso de Porfirio Díaz Mori es único. Fue el soldado más distinguido en la lucha de Juárez contra los conservadores y franceses; participó heroicamente en cien combates y se distinguió triunfando el 5 de mayo de 1862 y el dos de abril de 1867. La primera de las batallas fue aquellaen que las armas nacionales se cubrieron de gloria e hizo renacer la confianza de los mexicanos en sí mismos, en tanto que la segunda, que también se escenificó en Puebla, fue decisiva en el triunfo republicano sobre los imperialistas. Fue Porfirio Díaz quien tomó la ciudad de México para entregarla a Juárez en junio de 1867. No puede negarse a Porfirio Díaz el reconocimiento de ejemplar, valiente y patriótica conducta de soldado, ni tampoco pueden disimularse sus excepcionales dotes de estadista para pacificar al país, abolir el bandolerismo, rehabilitar el crédito de la nación y emprender la obra constructora que maravilló al mundo de entonces. Cuando el oaxaqueño se hizo cargo de la presidencia por primera vez, el descrédito de México en el extranjero era general y la bancarrota del gobierno era manifiesta. La construcción del ferrocarril significó un fuerte impulso a la unidad nacional, ya que las vías comunicaron regiones lejanas que anteriormente se encontraban abandonadas. Los bancos influyeron para que se tuviera confianza en México en el extranjero y las grandes facilidades a las compañías que invirtieron recursos para la exploración y explotación del petróleo y minerales, ocasionaron que México pudiera disponer de los recursos del subsuelo, lo cual también significó un efectivo progreso. Sin duda fue grande Porfirio Díaz y un simple dato lo comprueba plenamente. En el lapso que transcurrió entre la batalla del 5 de mayo de 1862 hasta el 25 de mayo de 1911 – ¡casi medio siglo! -, don Porfirio fue el principal protagonista de la historia de México. Ni Morelos, ni Hidalgo, ni Juárez, ni todos ellos juntos representan un periodo histórico tan largo y tan productivo. La principal crítica a Diaz Mori es por haber permanecido un tercio de siglo en la presidencia de la República, pero fue precisamente eso lo que pudo lograr el milagro porfiriano. En 1910, cuando ya se había pacificado el país, suprimido el bandidaje, restituido el crédito nacional y emprendida la magna obra de reconstrucción, México -como dijo Francisco Bulnes- pudo incorporarse a la civilización. Por otra parte, quienes gustan de criticar el reeleccionismo porfirista, se olvidan que todos los grandes estadistas de México han sido reeleccionistas. Juárez fue un reeleccionista que estuvo en la primera magistratura desde 1858 hasta 1872 en que murió, porque de haber vivido seguramente hubiera continuado indefinidamente sentado en el sillón presidencial. Carranza aceptó su reelección innumerables veces, pues permaneció en el senado porfirista de 1894 hasta 1910 en que estalló la Revolución. Después de 112 doce años de haber iniciado el movimiento armado, todavía se utiliza la palabra porfiriato para denostar a Porfirio Díaz, un mexicano que sirvió a su país con gran dignidad.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí