La Biblioteca Central, formalmente llamada Biblioteca Central Pública del Estado de Durango “Lic. José Ignacio Gallegos Caballero”, se fundó en 1853, donde se encuentran documentos del siglo XVI.
Antes del auge del internet y de las redes sociales, la única forma de acceder a la información era a través de las enciclopedias, acudiendo a la biblioteca o comprando una infografía en la papelería.
Mi primer acercamiento con ese tipo de información fue visitando al a biblioteca pública del Estado, hace algunos ayeres y estaba ubicada en la calle Juárez esquina con las Alamedas, la cual posteriormente se cambió de sitio en el cerro del Calvario.
En la biblioteca pública de las Alamedas, recuerdo a un gran personaje de la historia de Durango a don José Ignacio Gallegos Caballero, a quien de cariño le decían “El Patito” quien a la postre fue homenajeado al ponerle su nombre a la biblioteca central por su contribución a la historia de Durango como cronista de la Ciudad.
Con el paso del tiempo y la modernidad pareciera que las bibliotecas han dejado de ser útiles porque hoy las nuevas generaciones usan datos que se encuentran publicados en internet, sin embargo, no creo que así sea porque estos son recintos que resguardan parte de la historia de una sociedad a través de documentos que pueden ser consultados.
En el caso de la biblioteca Central fue fundada en 1853, a partir de la colección personal bibliográfica del historiador José Fernando Ramírez, que es considerada como un “fondo de origen” ya que resguarda libros importantes, por su tipografía que datan de los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX, XX.
Hoy la nueva cara de la Biblioteca Central, la encabeza Oscar Gilberto Jiménez Carrillo, quien se ha convertido en un referente como conocedor y experto en la vida de Francisco Villa y de otros personajes locales y nacionales, teniendo en su haber la autoría de diez publicaciones como resultado de investigaciones históricas, quien además es Licenciado en Derecho por nuestra Universidad Juárez del Estado de Durango.
La experiencia de Jiménez Carrillo es interesante ya que como director del Museo “Francisco Villa” de Durango, le cambió el rostro a ese espacio que se convirtió en sede de diversas actividades culturales que le dieron lustre a dicho recinto y a la cultura local.
La experiencia acumulada del escritor Jiménez Carrillo, fue considerada por el actual titular del Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED), Francisco Javier Pérez Meza, para ocupar la titularidad de la Biblioteca Central, por lo que pronto se verán los resultados ya que la sala de exposiciones se ha remodelado por gestiones del actual director y en breves semanas seguramente que se observará la utilidad de ese espacio para beneficio de los duranguenses.
La biblioteca se ha fortalecido el acervo de la sala general, en la cual se entre 20 y 30 mil libros, divididos en diferentes áreas, infantil, invidentes, área para eventos culturales y educativos. En el área infantil se encuentran más de mil libros para niños y 500 volúmenes en braille para invidentes, lo que hace incluyente al recinto.
La disposición de los documentos siempre es relevante, máxime que no solo revela la importancia de la historia, sino que además fortalece sin duda al derecho a saber en estos tiempos modernos.
