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THICH NHAT HANH Y EL ARTE DE VIVIR DESPIERTOS

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Me prometo a mí mismo que disfrutaré cada minuto del día que me sea dado para vivir. Esta hermosa frase la dijo Thich Nhat Hanh, monje budista originario de Vietnam que falleció en 1922. Este iluminado poeta, erudito y activista por los derechos humanos, fue uno de los principales impulsores del budismo zen en Occidente. Desde los 16 años fue monje budista y activista social. Durante la guerra del Vietnam trabajó incansablemente por la reconciliación de Vietnam del Norte y Vietnam del Sur. Tambien fue fundador de universidades y organizaciones de servicios sociales. Sus últimos años vivió en Plum Village, una comunidad de meditación en el sur de Francia a la que acuden anualmente cientos de personas para escuchar sus enseñanzas y aprender sus sencillas técnicas de meditación. Propuesto para el premio Nobel de la Paz, Thich Nhat Hanh fue uno de los líderes espirituales más importantes de nuestro tiempo. La ira, el dominio del fuego interiorel corazón de las enseñanzas de Buda, Curarse por Medio del Descanso,Como lograr el milagro de vivir despierto y Versos para vivir con atención son solo algunos de los libros escritos por el vietnamita. “Mientras uno lava los platos, sólo debe lavar los platos, lo que significa que mientras lava los platos uno debe ser completamente consciente del hecho de que está lavando los platos”, dijo el influyente monje budista vietnamita Thich Nhat Hanh. Pero ¿por qué insistía en que había que prestarle atención a la lavada de platos? ¿No es mejor distraerse pensando en otra cosa? La idea es que cuando pensamos en el pasado o el futuro, según él, “no estamos vivos” pues o estamos reviviendo lo que ya fue o “succionados por un futuro” que existe sólo conceptualmente. Así que únicamente cuando estamos atentos a lo que estamos haciendo, estamos verdaderamente vivos. Claro que no es tan sencillo lograr concentrarse en el presente, pues los humanos tenemos una notable capacidad para existir fuera de él. Quizás sorprenda que un maestro zen, escritor, poeta, erudito y pacificador de renombre mundial dé instrucciones sobre cómo hacer las labores del hogar, pero es que Hanh además es conocido como el “padre de la atención plena”. Con excepción del Dalai Lama, todo eso lo hace el maestro budista más conocido en el mundo.En 1966, fue exiliado de su país por oponerse a la guerra de Vietnam. En EE.UU. se reunió con Martin Luther King y persuadió al líder de los derechos civiles para que hablara en contra del conflicto. King lo describió como “un apóstol de la paz y la no violencia”. En 1967, lo nominó para el Premio Nobel de la Paz, diciendo: “Este gentil monje budista de Vietnam es un erudito de inmensa capacidad intelectual. Sus ideas para la paz, si se aplicaran, construirían un monumento al ecumenismo, a la hermandad mundial, a la humanidad”. En 1969, Hanh dirigió la Delegación de Paz Budista a los Acuerdos de Paz de París y fundó la Iglesia Budista Unificada (UBC) en Francia. UBC estableció el Centro de Meditación del Camote en 1975. Se corrió la voz sobre sus enseñanzas, la comunidad creció y en 1982 el centro se convirtió en la Comunidad del Ciruelo, en el sur de Francia.Comenzó como una granja pequeña y rústica, y se convirtió en el monasterio budista más grande de Europa, con más de 200 monjes y monjas residentes, que viven y practican en cuatro aldeas diferentes repartidas por la campiña francesa.Ahora el Movimiento de la Aldea del Ciruelo cuenta con ocho monasterios más, ubicados en Estados Unidos, Alemania, Tailandia, Hong Kong y Australia, a losque anualmente llegan miles de personas de todo el mundo para asistir a retiros.En 2017, Hanh regresó a Vietnam y las autoridades le permitieron pasar sus últimos días en el templo de Tu Hieu. Su último libro se publicó en octubre de 2021. El 22 de enero de 2022, a los 95 años, el maestro Zen que escribió “La muerte es una ilusión” falleció. No fue que se equivocó: para los budistas, la conciencia comienza antes de que empiece la vida biológica y continúa después de que termina: “El nacimiento y la muerte son sólo una puerta por la que entramos y salimos”. Lo importante es que, entre esa entrada y esa salida, se vivaen el momento. Concluyo esta entrega editorial con tres frases del monje budista:“Con tu sonrisa haces el mundo más bello.” “Sé tú mismo. La vida es preciosa como es. Todos los elementos para tu felicidad ya están aquí. No hay necesidad de correr, esforzarse, buscar o luchar. Solo sé y finalmente “camina como si estuvieras besando la tierra con tus pies.”

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